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El Comité de Emergencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS) descartó hoy que el virus de Síndrome Respiratorio de Medio Oriente (MERS) registre algún cambio o mutación en Corea del Sur, donde ya causó 20 muertos y 162 contagios.
Al terminar la reunión del Comité de Emergencia, la OMS emitió un comunicado en el que aseguró que con la evidencia genética disponible a su alcance no observa "ningún cambio significativo en los virus obtenidos de los casos en Corea del Sur en comparación con los virus procedentes de Oriente Medio".
A pesar de ello, el organismo indicó que vigilará muy de cerca la evolución del brote, ya que "el monitoreo permanente de posibles cambios genéticos en estos virus es importante".
La organización envió un equipo de científicos y expertos a Corea del Sur encabezado por el subdirector general de la OMS, Keiji Fukuda, que evaluó la situación en ese país debido al aumento en el número de muertes y el rápido incremento de contagios del MERS.
Este fenómeno no ha sucedido en otros países, a donde han llegado viajeros provenientes de Medio Oriente, indicó.
En especial de Arabia Saudita, nación en la que se originó el brote al parecer por contacto con los camellos y en donde, desde 2012, se han registrado mil pacientes contagiados con este nuevo coronavirus, incluyendo 454 muertes.
El MERS es un virus que pertenece a la familia del virus letal denominado Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS), también conocido como gripe aviar, que afectó a China, Hong Kong, Singapur, Taiwán y Vietnam, entre otros países en 2003.
De ahí la alarma que ha causado en los países asiáticos la propagación del MERS en territorio surcoreano.
La OMS atribuyó los contagios en Corea del Sur a la "falta de conciencia" del personal de salud y del público en general sobre los efectos del MERS, así como a la lenta respuesta de las autoridades y la falta de medidas de prevención en los hospitales.
También, consideró que el aumento en el número de casos se debe a la falta de aislamiento de los pacientes y a la costumbre de los familiares de quedarse al cuidado del enfermo en el hospital.
Asimismo, la OMS reiteró una vez más que "no hay evidencia actual de transmisión comunitaria sostenida".
Sin embargo, consideró que una estrecha vigilancia de la situación sigue siendo crítica para asegurar que la transmisión sea interrumpida y que todos los casos sin una relación epidemiológica evidente sean evaluados de manera cuidadosa.