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El conflicto en el Yemen, que enfrenta a rebeldes hutíes y a una coalición árabe que trata de reponer al presidente en el exilio, ha causado la muerte de 944 personas y herido a cerca de tres mil 500, dijo hoy la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Estas cifras suponen cerca de dos centenares de muertos y 500 heridos más con respecto al último balance de la OMS, que había sido divulgado el pasado viernes.
El organismo advirtió del "colapso inminente" de los servicios sanitarios en Yemen, donde se intenta que continúen funcionando los centros médicos a pesar del recorte de las provisiones de medicamentos y de otros suministros esenciales, las frecuentes interrupciones de la electricidad y la falta de combustible para los generadores.
La escasez de combustible ha provocado igualmente que muchas ambulancias interrumpan su servicio.
La intermitencia del servicio eléctrico también está amenazando las reservas de vacunas, que deben mantenerse en una cadena de frío, lo que "dejaría a millones de niños menores de cinco años sin vacunar y aumentaría el riesgo de enfermedades transmisibles, como el sarampión" , advirtió la agencia sanitaria de la ONU.
Incluso la polio, que había sido eliminada del Yemen, podría resurgir, alertó la OMS.
La escasez de agua potable ha provocado, por su parte, el aumento de casos de diarrea y otras enfermedades.
Los casos de niños menores de cinco años con diarrea hemorrágica se han duplicado en las últimas semanas, mientras que se han disparado también los casos de sarampión y los sospechosos de malaria.
De forma generalizada, las consultas médicas se han reducido un 40% desde que el conflicto se agravó a fines de marzo, cuando comenzaron los bombardeos de una coalición de países árabes contra los rebeldes hutíes.
En estas circunstancias, los yemeníes no pueden llegar a los centros de atención de salud, sea porque las vías están bloqueadas o por los enfrentamientos armados en plena calle.
ahd