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La enfermera española Teresa Romero salió hoy del Hospital Carlos III de Madrid tras superar el virus del Ébola, que le obligó a estar internada desde el pasado 6 de octubre, y declaró que desconoce lo que falló para que se contagiara.
Ante los medios de comunicación reunidos en el hospital, leyó un comunicado y dio las gracias a todo el equipo médico que la atendió.
"No sé qué falló, ni siquiera sé si algo falló, sólo sé que no guardo ningún rencor ni reproches" , manifestó.
"Pero si mi contagio sirve para algo, para que se estudie mejor la enfermedad y pueda ayudar a encontrar una vacuna o si mi sangre sirve para curar a otras personas, aquí estoy" , expresó.
Romero se contagió durante el tiempo que en ese mismo hospital tuvo contacto con el religioso Manuel García Viejo, que fue repatriado de Sierra Leona con ébola y murió el 25 de septiembre.
"Cuando me veía morir me aferraba a mis recuerdos, a mi familia, a mi marido al que adoro, yo me encontraba aislada, no tenía más contacto del exterior más que el que tenía con Javier, a través del teléfono y el cariño de los profesionales" , agregó.
Expuso que tras salir del hospital viajará a Galicia, en el noroeste del país, para visitar a su familia y descansar tras el periodo de internamiento.
El equipo médico que atendió a Romero dio una rueda de prensa en que reconoció que hubo momentos críticos en que se temió por la vida de la paciente.
El jefe del equipo médico, José Ramón Arribas, aseguró que en estas semanas, tras detectarse que superó el virus, se han tomado todas las medidas para asegurar que ella no va a contagiar a nadie.
cg
