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Las Torres de Satélite fueron iluminadas la noche de este martes, luego de permanecer más de un año en oscuridad total, esto pese a tratarse de una escultura urbana declarada patrimonio artístico de la nación y que este año cumple 60 años de haber sido creada por Luis Barragán y Mathias Goeritz.
De forma sorpresiva y sin mayor aviso, autoridades municipales encendieron esta noche 228 reflectores para iluminar las cinco Torres de Satélite, la más alta de 52 metros de altura, que durante año y medio permanecieron en penumbras en una de las vías de comunicación más transitadas del país, como lo es Periférico Norte.
Autoridades de Naucalpan informaron que la nueva iluminación tuvo un costo de 78 millones de pesos de recursos municipales, que incluyen la instalación de 1 kilómetro 100 metros de cableado y la colocación de 38 gabinetes con seis placas de focos led, lo que implica un total de 229 reflectores que iluminan la superficie de las cinco torres gigantes.
Este trabajo de iluminación se realizó bajo la supervisión y requerimientos del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) que hace dos meses enviaron una cuadrilla de expertos en color para borrar graffitis que dañaron la superficie de las torres azul y roja.
Además, este 16 de mayo cuadrillas de trabajadores terminaron de restablecer más de 300 metros cuadrados de jardinería, que durante casi dos años permanecieron como pasto seco y lodo.
La escultura urbana que da identidad al Estado de México fue construida en 1957 como símbolo de Ciudad Satélite por el escultor Mathias Goeritz y el arquitecto Luis Barragán, no obstante y pese a su 60 aniversario, se encontraban en abandono, pintarrajeadas, oscuras y eran refugio de bebedores, pues su interior fue usado para consumir alcohol e incluso como letrinas.
Cuauhtémoc Rodríguez, presidente de Fomento Cultural Torres de Satélite, denunció la desaparición de las luminarias de esta escultura urbana desde principios del año 2016, por lo que esta noche manifestó sentirse satisfecho por haber logrado que esta obra recobrara su esplendor.