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“Puedo decir que cuando supe que estaba detenido este tipo, pues sí lloré de alegría. ¿Por qué? Porque claro que estoy ávida de justicia y también es una manera de decir que ya no corremos tanto riesgo como familia”, declara Rebeca Espinosa de los Monteros, mamá de Karen, joven de 19 años asesinada en septiembre pasado.
A cuatro meses, el presunto asesino de Karen y de Adriana fue detenido. Que Fernando González García esté tras las rejas trae algo de tranquilidad a esta tragedia, dice.
“Él ya lo reconoció [los asesinatos]. Falta que lo reconozca ante un juez. No sé realmente qué vaya a suceder, obviamente es volver a revisar la carpeta, checar la investigación nuevamente porque el Ministerio pidió cinco meses para hacer la recopilación de más información”.
La mamá de Karen acepta platicar con EL UNIVERSAL una semana y media después de que el acusado de asesinar a su hija fue detenido.
Admite que los jóvenes deben cuidarse más y los padres vigilar a sus hijos, pero considera que las autoridades tienen que combatir la impunidad, actuar con mayor preparación y eficacia en estos casos.
Rebeca señala que, en un principio, no le informaron que su hija no había sido agredida sexualmente, según el testimonio de Fernando.
“Los cuerpos los encuentran el domingo, a mí me avisan el martes; o sea, un cuerpo ya en descomposición. Entonces no se puede ya saber exactamente qué fue lo que pasó. Después de la captura de este hombre se dice que Karen lo sorprendió a él en el garaje del gimnasio drogándose y que ya lo había visto un par de veces o no sé cuántas, y que le había dicho que lo iba a acusar que se estaba drogando con cocaína. Eso dijeron en las noticias, y que por eso la mató”.
Mientras Fernando sigue preso, las autoridades tendrán cinco meses más para investigar. “Está procesado por feminicidio y eso da cierta tranquilidad; yo quisiera que esto acabara en algún momento y parece una serie que acaba la temporada uno, la dos, la tres; yo no sé qué más me vaya a encontrar”.
