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Con sus manos recargadas sobre la reja y los ojos apuntando a un horizonte devastado, Juan Carlos Flores cuenta a EL UNIVERSAL cómo su familia se ha ganado la vida, desde hace varias generaciones, elaborando pirotecnia en el municipio de Tultepec.
“Esto ha sido de generaciones, nuestra familia, desde mi abuelo, los abuelos de mi abuelo, han sido varias generaciones las que han pasado por esto, mi mamá, mi papá y ahorita sigo yo y hasta que se acabe”, cuenta.
Sin importar la edad, la familia Flores decide intercambiar los juguetes y juegos infantiles a sus hijos por los fuegos pirotécnicos. “Tenemos familia que incluso tiene niños chiquitos y los traen aquí a los puestos y ayudan a empacar, todo aquí es desde pequeños”, afirma mostando culpabilidad.
Explica que con el paso de los años, ellos han podido aprender lo necesario para el cuidado en cada químico y su debido tratamiento.
“Nosotros fabricamos la pólvora, somos químicos sin profesión, porque nosotros elaboramos la pólvora y ocupamos esos productos químicos, tanto nitratos como cloratos, conocemos los cuidados necesarios.
“Tenemos las medidas de seguridad, pero no estipuladas como tal de un reglamento que se tengan que seguir, sino sabemos de la reacción de la pólvora y todas esas cosas, al saber cómo funcionan las combinaciones de químicos, materiales y todo, sabemos cómo prevenir un accidente, pero medidas de seguridad que se tengan, equipo, no las hay por lo mismo que esto es artesanal, tienes que hacerlo con la mano, no puedes industrializarlo”.
Juan Carlos afirma que muchos de los locatarios son gente nueva que no conoce cómo enfrentar una contingencia, piensa que muchas veces es responsabilidad tanto de los vendedores como de los compradores, porque ignoran detalles que pueden llegar a ser muy significativos y que incluso puede llegar a evitar catástrofes.
“La higiene cuenta mucho, porque estos materiales se fusionan y se producen explosiones, incendios, en fin, dependiendo del material que se ocupe, inlcuso hay veces que con la humedad pueden llegar a prenderse algunos productos, por lo mismo que no se sabe ocupar el material químico”, expresa.
Dice que muchos de los accidentes que se han ocasionado es irresponsabilidad de los mismos consumidores, porque las personas desconocen que hay productos que con la fricción puede ocasionar una flama, luego traen niños y hay una medida estricta de que no pueden traerlos, asegura.
“Aquí en el mercado está prohibido fumar, incluso las personas alcoholizadas, hay ciertas normas que se deben cumplir aquí”, añade.
Con el paso de los años se ha vuelto responsabilidad de los mismos locatarios diseñar sus propias normas, pues en los últimos años se han registrado explosiones en las diferentes partes de Tultepec, sea en los polvorines, en pequeños mercados situados en los alrededores y principalmente en el corazón de Tultepec, en el mercado de cohetes.
“Falleció nuestra tía y nos acaban de informar que su hija tiene 88% de su cuerpo quemado y la familia de otra de nuestras tías sigue desaparecida”.
Lo que les ha dado la pólvora a los Flores también se los ha quitado, relata Juan Carlos, mientras espera a que los médicos le den noticias.