Tras la explosión en el mercado de pirotecnia de San Pablito, ubicado en Tultepec, rescatistas se dieron a la labor de apoyar a víctimas que no son tomadas en cuenta en las cifras oficiales: los animales que quedaron envueltos en la tragedia.
El 20 de diciembre, cerca de las 14:40 horas, varios estallidos en el tianguis provocaron que, hasta el momento, 33 personas murieran.
A través de la página de Unidad de Rescate Animal México, cuyos administradores se encargaron de revisar a detalle la zona del siniestro, algunos "rescates caninos" se dieron a conocer.
En el primer hecho, una perra, que se escondió entre los escombros y protegió a sus siete cachorros, fue auxiliada por los rescatistas.
Los animales fueron subidos a una camioneta, los cachorros jugueteaban, al tiempo que su madre lamía la mano de quienes le brindaron apoyo.
Los que no corrieron con tanta suerte, fueron dos perros, quienes fueron alcanzados por los proyectiles, cuando todo en San Pablito explotó.
El primer animal, el más grave, requirió ser conectado a un tanque de oxígeno; tras el incidente, médicos lo subieron a una camilla y le brindaron atención médica.
A la segunda, una perra, se le rompieron las dos patas delanteras, pero eso no le impidió moverse. Quienes la encontraron, la vieron "brincando" sobre sus dos patas traseras.
"Nunca intentó ser agresiva conmigo", comentó una de las mujeres que le brindó ayuda a la perra, que fue inmovilizada y llevada al médico veterinario.