Jorge Serrato Maya, ex director de Seguridad Pública de Coacalco, fue liberado junto con sus tres escoltas del penal de Cuautitlán, quienes el pasado sábado fueron detenidos en Tultepec acusados de agredir a comensales en un restaurante, realizar tocamientos a una mujer y detonar un arma de fuego al ser perseguidos.

Un juez de control del Distrito Judicial de Cuautitlán consideró que no hubo datos de prueba para acreditar las causas que originaron la detención de los cuatro policías, es decir los motivos por los que riñeron con los comensales en el restaurante El Herradero, en Tultepec.

La tarde del pasado 27 de agosto policías municipales y militares detuvieron en Tultepec a Serrato Maya, Carlos Alejandro Martínez Contreras, Fredy Jesús Velázquez Gallardo e Iván Cristop Moreno Bueno, estos tres últimos escoltas, a quienes persiguieron luego de que comensales pidieron ayuda ya que los habían agredido, por lo que se inició una persecución en la que uno de los elementos mostró su arma larga y otro disparó en dos ocasiones al aire.

Esa misma noche el alcalde de Coacalco, Erwin Castelán, destituyó a Serrato Maya como director de Seguridad Pública municipal y lamentó los hechos, pues los policías llevaban armas y una patrulla de la corporación.

En la audiencia se informó que la noche del pasado 27 de agosto sólo dos de las tres víctimas fueron certificadas por el médico legista en el Ministerio Público, aunque las mismas se retiraron sin que les realizaran la entrevista correspondiente.

Luis Arturo Vázquez, agente del Ministerio Público, refirió en la audiencia que una de las víctimas, Nieves Alejandra, quien acusó que fue tocada por dos de  los detenidos, no fue localizada porque su domicilio era inexistente, y en el domicilio de la otra víctima, Carlos,  un familiar relató que no estaba y no acudiría pues “llegó a acuerdos con licenciados que dijeron que le iban a pagar”.

Agregó que un empleado del restaurante El Herradero, ubicado en Tultepec, comentó que no aportarían información toda vez que hombres les pidieron “no meterse en broncas”.

Luis Arturo Vázquez aseguró que durante la persecución policiaca realizada en Tultepec uno de los escoltas de Serrato Maya sacó un arma larga de la ventanilla de la patrulla y el otro disparó en dos ocasiones su arma de fuego, lo que puso en riesgo a la ciudadanía, además de que todos habían ingerido bebidas alcohólicas en horario de servicio.

El agente del Ministerio Público no presentó el video de la persecución, proporcionado por la policía de Tultepec, con el argumento de que no pudo ser abierto por el formato en que estaba y buscarían un programa para poder verlo.

Jimmy Notaría, defensor privado de los policías, destacó que a los cuatro elementos les practicaron pruebas de rodizonato de sodio para determinar si habían disparado armas de fuego y las mismas no fueron presentadas por el Ministerio Público.

Afirmó que el examen médico establecía aliento alcohólico, pero que los policías no iban en estado de ebriedad.

Reiteró que no fue acreditado que hubo disparos de arma de fuego, aunque en caso de que fuera así el policía tiene conocimientos para hacerlo sin poner en peligro a la ciudadanía, además de que llevaban armas debido a su actividad.

“La detención y la puesta a disposición fue arbitraria, en contra de los derechos fundamentales de los detenidos”, reiteró.

Luego del debate, el juez de control determinó que “no hay datos de prueba para advertir racionalmente cómo se suscitó el hecho que motivó la detención”, por lo que decretó la inmediata libertad de los policías.

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