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En un operativo de retiro de cuatro vehículos estacionados en banqueta, frente al domicilio de Paseo de la Reforma 835, el City Manager de la delegación Miguel Hidalgo, Arné aus den Ruthen Haag, se topó con escoltas prepotentes, reticencia de agentes de tránsito para sancionar de manera correcta a los infractores y hasta con las agresiones verbales vía telefónica de Raúl Libién, director ejecutivo de la revista Miled.
El funcionario difundió en Periscope un video del operativo, grabación titulada como #LordMeLaPelas, pues disgustado por las infracciones, Libién trató de hablar por teléfono con el funcionario y desde el altavoz lanza a este último la frase: “¡Me pelas la ve...!”.
El operativo fue realizado anoche por Ruthen Haag al detectar que cuatro vehículos, uno de éstos sin placa frontal, estaban estacionados sobre la banqueta frente al domicilio mencionado.
A pesar de estar acompañado por un par de oficiales de tránsito para sancionar a los propietarios de los vehículos, el funcionario capitalino se topó con la reticencia de éstos para infraccionar y llevar al corralón dos de los vehículos debido a que portaban códigos luminosos exclusivos de la policía; no obstante, uno de ellos carecía de placa frontal.
Arné aus den Ruthen incluso tuvo que leer el Reglamento de Tránsito a los oficiales hasta que éstos empezaron a imponer las infracciones.
Los oficiales Rojas, con placa 870194, y otro de apellido Cornejo en un primer momento sólo querían poner las multas respectivas.
Después, el supuesto jefe de escoltas del domicilio donde estaban mal estacionados los autos “pidió la atención” de que no fueran remitidos a depósito vehicular los carros.
“Échanos la mano, yo te prometo que no vuelves a ver las unidades aquí, te pido el favor”, dijo el trabajador al funcionario delegacional quien insistió en que se tenía que aplicar la ley.
Tras este incidente, el mismo hombre llama a una persona que identifica con el nombre de Raúl Libién, quien aparece como director ejecutivo de la empresa Miled, para que dialogara personalmente con el funcionario capitalino con la intención de llegar a un acuerdo que impidiera las sanciones correspondientes.
Debido a que Ruthen Haag se niega a aceptar la llamada y mantiene la intención de remitir los coches al depósito vehicular, desde el altavoz Libién insiste en que le pasen al funcionario y alza la voz: “¡Me pelas la ..., ca...!”, lo cual repite en varias ocasiones.
Al final tuvo que llegar el jefe de la policía en Migue Hidalgo al sitio y con el apoyo de más grúas y policías, fueron enganchados los autos que finalmente los llevaron al corralón.
