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fanny.ruiz@eluniversal.com.mx
Hiram Almeida, actual secretario de Seguridad Pública capitalina, tenía 19 años cuando ocurrieron los sismos de 1985 que devastaron la ciudad de México. Al presenciar los momentos difíciles por los que pasaba la colonia Roma, donde vivía, abandonó las clases y durante unas semanas se avocó a ayudar a sus vecinos.
“Yo estudiaba y dejé la escuela un par de semanas por estar ayudando a la gente. Yo vivía en la zona, pero también llegué a quedarme en algún albergue para buscar precisamente continuar los trabajos, fue un tiempo cruento”, expresa.
Esa mañana “me trasladaba a Ciudad Universitaria, viajaba en el Metro y al salir en la estación Balderas vi las escenas de una torre caída y una nube de polvo”, recuerda.
Sin pensarlo, corrió hacia su casa donde se encontraban sus familiares. Reconoce que le impresionó ver a su paso múltiples edificios derrumbados.
De acuerdo con las autoridades, más de 60 inmuebles en la colonia Roma colapsaron y otros resultaron averiados, incluida la casa de Almeida.
El jefe de la policía capitalina asegura que el momento vivido fue difícil, por lo cual trató de apoyar a sus vecinos y se sumó a abonar algo a esa tragedia:
“Siempre tratamos de coadyuvar. Ayer recordaba y reflexionaba que cuando estábamos escarbando o buscando a alguien, algún indicio, había dos frases: si alguien gritaba ‘¡aquí!’, toda la fuerza social se concentraba en algún punto; también acudíamos cuando alguien decía ‘¡está vivo!’, al encontrar a alguien. Eran dos momentos culminantes en las búsquedas.
“Fue un ejercicio muy social, la gente salió a las calles a ayudar, sin más, si ton ni son. Así lo recuerdo yo”.