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La lideresa estatal de Antorcha Campesina en Hidalgo, Guadalupe Orona Urias, informó que la dirigencia nacional de dicha organización determinó levantar el plantón que mantenían en las cercanías de la Secretaría de Gobernación (Segob), ante el temor de un desalojo violento y para evitar que los manifestantes fueran encarcelados.
Precisó que la decisión de levantar el plantón, que ya tenía más de cuatro meses, no obedece en ningún sentido a que fueran atendidas sus demandas por parte de los funcionarios federales, sino ante la serie de hostigamientos que venían recibiendo desde hacía varios días.
Dijo que a través de una campaña mediática, en la que presuntamente se utilizó a los comerciantes de la zona, había intimidación hacia los antorchistas.
Asimismo, lamentó que los dueños de los negocios que se ubican en la periferia de Bucareli tomaran acciones en su contra al señalar que debido al plantón registraban pérdidas económicas importantes, hecho que, señaló, a los antorchistas les pareció que las cantidades presentadas por los comerciantes fueron "infladas".
La presión que ejercían a los militantes de Antorcha hacía ver la posibilidad de que pudiera gestarse un desalojo violento, por lo que ante el riesgo que tenían de ser violentados sus derechos decidieron poner fin, pero señaló que continuarán con las movilizaciones ya que demandas como el esclarecimiento de la desaparición de Manuel Serrano y los homicidios de 21 personas en la comunidad indígena de Yodoñama, no han sido resueltos.
A estas denuncias también se suma el de los niños de Michoacán que no pudieron incorporarse al programa escuelas de tiempo completo por decisión de la CNTE.
"En consecuencia levantamos el plantón porque no queremos ser convertidos de víctimas a verdugos, pero ello no quiere decir de ninguna manera que renunciemos a nuestra lucha por resolver nuestras demandas mediatas y contribuir a que México se convierta en un país más justo", recalcó.
spb
