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Los montos que se cobrarán a las nuevas edificaciones por cajones de estacionamiento adicionales a partir de la recién promulgada Norma Técnica para la Reducción de Estacionamiento de Automóviles, serán definidos hasta fines de año y entrarán en vigor en 2018.
En entrevista, Felipe Gutiérrez, titular de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi), explicó que se fijó un periodo de 90 días hábiles para definir los procedimientos con los cuales el gobierno capitalino pueda exigir las aportaciones.
Al preguntarle por qué los procedimientos no se definieron antes, aseguró que “la intención es que estas aportaciones queden alojadas en el Código Fiscal y aunque pudiera modificarse, se consideró que era mejor que la discusión se hiciera a fines de año con la nueva Ley de Ingresos que apruebe la Asamblea Legislativa, ahí se establecerán los montos”.
Las aportaciones serán captadas en un fondo para movilidad, contemplado en la ley, para ampliar y mejorar la red de transporte público, por lo que se podrían hacer proyectos de Metro, Metrobús, sistema M1 y ciclovías.
El secretario dijo que otro pendiente será determinar las reglas de operación del fondo y lineamientos para la participación en esta norma, iniciativa privada y organizaciones civiles.
El martes pasado, el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, promulgó una nueva norma técnica para poner límites máximos en lugar de mínimos a la construcción de cajones de estacionamiento en los desarrollos inmobiliarios para desincentivar el uso del auto e impulsar el transporte público.
El ordenamiento establece que las nuevas edificaciones no estarán obligadas a contar con espacios para autos. A su vez, se fijará un máximo de cajones a construir en cada desarrollo según el uso de suelo y ubicación.
Sin embargo, los desarrolladores deberán pagar una cuota por cada cajón extra si hacen más de 50% de espacios permitidos. Por ejemplo, si el tope autorizado para una torre son 300 cajones y de esos construye más de 150, deberá pagar.
Cada cajón en la actualidad cuesta de 150 mil a 200 mil pesos en su producción, según estimaciones del Instituto de Políticas para el Transporte y Desarrollo (ITDP).
Felipe Gutiérrez precisó que esta carga se aplicará en la llamada Ciudad central, que cuenta con mayor número de líneas del Metro, Metrobús, ciclovías y otros tipos de transporte.
Esta zona se conforma por las delegaciones Benito Juárez y la Cuauhtémoc, además de territorios colindantes al norte con la demarcación Gustavo A. Madero, como Lindavista y La Villa.
Al poniente con colonias de Miguel Hidalgo como Polanco, la parte baja de Lomas de Chapultepec y la zona de las Granadas; al sur con las inmediaciones de Circuito Interior-Río Churubusco, y al oriente con colonias de Venustiano Carranza como Jardín Balbuena, la zona del Palacio de San Lázaro e inmediaciones del aeropuerto capitalino, entre otras.
Impulso al transporte. Sostuvo que no se trata de una política recaudatoria ni prohibitiva sino que busca ayudar a crear una ciudad compacta y mixta.
“Busca contrarrestar que a un parque de 6.5 millones de vehículos a los cuales se suman otros 250 mil cada año transiten sobre la misma superficie de rodamiento y el pronóstico es que acabemos colapsados”, advirtió el secretario y dijo que el ordenamiento se revisará cada tres años para ver sus resultados y hacer eventuales cambios.
El funcionario reiteró que la norma se elaboró en conjunto con asociaciones civiles y desarrolladores inmobiliarios y muchos de estos últimos piden “pagar poquito” al hacer cajones extra, pero Gutiérrez reviró que esta es “una política de desalentar el uso del auto” y beneficiar al 70% de la población en la capital que se mueve en transporte público.
