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“Vivimos a la zozobra ante los asaltos que todos los días se registran en el paradero norte del Metro Cuatro Caminos, donde los ladrones no se conforman con despojar a la gente de sus pertenencias, también los ‘pican’ o les dan un balazo”, lamentó Raúl Hernández de la línea camionera Naucalpan-Toluca.
Al final del pasillo subterráneo de los andenes del paradero, en las salidas I y J, operó un módulo de denuncia del Ministerio Público de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México, que aún sin teléfono ni internet, captaba las denuncias de asaltos y robos; hoy en su sitio opera un puesto de frutas.
“Cuatro Caminos es demasiado peligroso, la delincuencia es muy fuerte, aquí vemos de cinco a seis asaltos al día sólo entre los andenes A, B, y C”, señalan transportistas.
Aquí asaltan no sólo al que está desprevenido, de plano llegan con pistola, los “pican”, los han baleado a todas horas (a las víctimas), a los ladrones no les importa si es de día o de noche, coincidieron en señalar choferes de diversas rutas que llegan a Cuatro Caminos.
El paradero norte “es una zona sin ley. La misma vigilancia está coludida con los ladrones, no es posible que estén asaltando a una persona y no se conforman con dejarlos sin nada, también los lesionan y cuando esto sucede o no está la policía o se hacen de la vista gorda”, lamentó Raúl Hernández.
La vigilancia del Centro de Tranferencia está a cargo de la Cusaem (Cuerpos de Seguridad Auxiliar del Estado de México) policía privada que depende de la Comisión Estatal de Seguridad pública, pero también ingresan policías estatales y municipales, informaron autoridades de la CES, quienes pidieron a las víctimas documentar sus denuncias que pueden realizar ante la Inspección General de las Instituciones de Seguridad Pública del Estado de México (Igispem) 01 722 275 6700.
Víctimas, en la indefensión. “Apenas estás en el paradero, arriba del transporte esperando salir rumbo a tu destino y de repente se suben y en unos minutos nos quitan todo los que vean de valor, especialmente celulares”, señaló en el andén I Fernando, estudiante de la FES Acatlán, cuya comunidad estudiantil presuntamente está incluida en un programa de vigilancia llamado Sendero Seguro, pero, como hoy, es común que aquí no haya policías, apuntó el universitario.
“Desgraciadamente aquí es zona donde la delincuencia está protegida por la Ley, por los propios policías. Es difícil que aquí se llegue hacer algo, los policías se retiran o simulan que se llevan a los ladrones y al poco rato los volvemos a ver. No hay acciones ni medidas tajantes para acabar con esta inseguridad”, reiteró el transportista Raúl Hernández.
“Urge una vigilancia real. Llega la gente que viene de trabajar, de la escuela o de vacaciones y aquí los dejan sin un peso. Vienen con zozobra y miedo a ser asaltados.
“A muchos los asaltan y los dejan sin dinero para regresar a Toluca, es tan frecuente que tenemos que cooperar para sus pasajes”, lamentó.
“De verdad, preferimos que no llegue la policía, porque en lugar de protegernos sólo viene a extorsionarnos, a buscar cualquier pretexto para sacarnos dinero, que si el volumen de la música, que las puertas abiertas o algún polarizado”, señalaron conductores de rutas como la 14 que operan en el andén I.