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Dos hombres y una mujer fueron detenidos el pasado fin de semana por elementos de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México, luego de que fueran denunciados por comerciantes de un tianguis de la delegación Iztapalapa, quienes señalaron que estas personas se hacían pasar por integrantes de La Familia Michoacana y, a través de llamadas telefónicas, los extorsionaban, exigiéndo derecho de piso.
Según detallaron mandos de la Procuraduría General de Justicia capitalina y la SSPCDMX, un vecino de la demarcación acudió ante las autoridades de seguridad locales para mencionar que días antes habían recibido llamadas intimidatorias por parte de varios individuos.
Los falsos capos exigían al afectado un pago de 100 mil pesos, con tal de no atentar contra su vida o la de su familia.
Como parte del trabajo de inteligencia policial, el hombre extorsionado accedió a sus demandas con el objetivo de detenerlos; incluso, los policías se infiltraron entre clientes y vendedores del mercado.
Rápidamente, las corporaciones policiacas desplegaron un operativo en un tianguis de la colonia Chinampac de Juárez, en la delegación Iztapalapa, lugar en donde se había acordado la entrega del dinero.
Al llegar al lugar, observaron que dos hombres y una mujer descendieron de una camioneta Chevrolet y se dirigían directo al lugar donde se acordó la entrega del efectivo.
Al percatarse de la presencia de los uniformados, los sujetos intentaron escapar a pie; sin embargo, fueron detenidos metros más adelante.
El operativo que implementó la dependencia incluía varios cinturones de seguridad y los delincuentes cayeron en uno.
El lunes, en conferencia de prensa, José Gil García, jefe del Estado Mayor Policial, informó que a los detenidos se les encontró un arma de fuego con varios cartuchos útiles, además de 50 envoltorios con cocaína en piedra.
Guillermo Terán Pulido, fiscal especial para la Atención del Delito de Secuestro, detalló que dos de los inculpados cuentan con antecedentes penales por diferentes delitos.
Ambas autoridades descartaron que en verdad fueran integrantes de La Familia Michoacana.
Los detenidos confesaron que solamente utilizaban el nombre del cártel extinto para intimidar a sus víctimas, explicaron.
De encontrarse culpables por los delitos de extorsión agravada en pandilla, portación de arma de fuego y posesión de droga, los dos hombres y la mujer podrían alcanzar una pena de 31 años y seis meses de prisión.
