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La presunta afectación a los árboles del Bosque de Chapultepec son el punto que originó que ONG promoviera el amparo que hoy tiene detenidas las obras del Metrobús en Reforma.
Seis meses después de iniciada la obra, el 18 de mayo de 2017, la Academia Mexicana de Derecho Ambiental (AMDA) presentó un amparo para exigir parar la obra por supuestos agravios al medio ambiente y la movilidad.
En mayo, Rolando Cañas, presidente de la AMDA, expuso que entre las afectaciones ambientales de la obra estaba la tala de 685 árboles y la desincorporación de una parte del Bosque de Chapultepec como área de valor ambiental para colocar una estación de transferencia. Acompañado por la ex procuradora Ambiental y del Ordenamiento Territorial, Diana Ponce, también señaló que se afectará la movilidad en Paseo de la Reforma al confinar un carril para uso exclusivo de los autobuses.
El 12 de junio, el juez Octavo de Distrito en Materia Administrativa otorgó una suspensión a la obra en tanto se resuelve si la obra afecta o no al Bosque de Chapultepec, la estructura urbana del Paseo de la Reforma, así como los monumentos y vestigios artísticos que hay en la zona. De acuerdo con el Gobierno capitalino, la Línea 7 del Metrobús no afecta a ninguno de éstos.
Otro de los argumentos en contra de la construcción y que han argumentado los inconformes es que el Paseo de la Reforma está declarado Monumento Histórico, a lo que la Consejería Jurídica de la Ciudad respondió que a través de un oficio el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) aclaró que no cuenta con tal nombramiento.