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david.fuentes@eluniversal.com.mx
Una célula criminal compuesta por dos hombres y una mujer fueron detenidos por elementos de la Secretaria de Seguridad Pública justo en el momento que asaltaban una empresa de seguridad privada. Tenían amagados —con cinta adhesiva— a tres empleados y empezaban a vaciar las oficinas.
Para atracar, los presuntos delincuentes utilizaban una pistola de diábolos, una replica de una de arma de fuego tipo escuadra, así como una navaja. Tras rescatar a las víctimas, y al momento de revisarlos, se encontraron nueve teléfonos celulares y una computadora portátil, se cree que esta célula criminal pudo ser la responsable de por lo menos otros cuatro robos con características similares en el corredor Roma-Condesa.
En el domicilio, los uniformados rescataron a tres de las personas que ya tenían amagadas. Según la carpeta de investigación, los hechos sucedieron la madrugada del domingo al interior de un inmueble ubicado en la calle Campeche de la colonia Roma.
Al arribar, los policías de la SSP se entrevistaron con un hombre de 33 años, trabajador de la empresa de seguridad privada, quien manifestó que tres individuos ingresaron por la puerta principal del edificio para amagar y amarrar con cinta a tres trabajadores. Los amenazaron diciendo que los lastimarían si intervenía la Policía.
Sin embargo, se implementó un operativo especial con policías de élite, gracias esto, se logró la detención de dos hombres de 29 y 33 años, así como a una mujer de 47 años. En el sitio se aseguró una pistola de diábolos tipo escuadra, calibre 4.5 mm, así como nueve teléfonos celulares de diferentes marcas y una computadora portátil.
Las tres víctimas fueron atendidas por paramédicos del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM) que los diagnosticaron como policontundidos y con crisis nerviosas, pero no ameritaron su traslado hospitalario.
Una vez que los policías lograron la detención de los dos hombres de 29 y 33 años, y la mujer de 47 años, éstos quedaron a disposición del agente del Ministerio Público de la Coordinación Territorial CUH-2, quien inició la carpeta de investigación por robo calificado en pandilla.
Como evidencias, quedaron asegurados un arma réplica de diábolos, una navaja y una cinta, así como una computadora portátil, nueve celulares y tres carteras con diversos objetos, propiedad de las víctimas.
De encontrarse responsables por robo agravado en pandilla, los indiciados podrían alcanzar una condena de hasta 21 años de prisión, según lo previsto por el Código Penal.
