Más Información
Comité de Evaluación del Poder Judicial frena, en su ámbito, proceso electoral; dan 48 horas para emitir resolución
Nafin impedida legalmente para más reintegrar fideocomiso a Tesorería: SCJN; hacerlo implica un delito, explica
Consulado General de México en Los Ángeles brinda apoyo a mexicanos afectados por incendio; llama a atender recomendaciones de autoridades
Luisa Alcalde convoca al informe de gobierno de 100 días de Claudia Sheinbaum; destaca aprobación del 78%
Representación de México en protesta de Maduro es avalar fraude electoral: PAN; rechaza propuesta de Sheinbaum
Expertos prevén panorama sombrío ante revisión del T-MEC; renuncia de Trudeau y ascenso de conservadores en Canadá, afectará
david.fuentes@eluniversal.com.mx
Un hombre de aproximadamente 55 años de edad, 1.60 metros, complexión robusta, tez morena clara, barba y cabello blanco, es señalado por varios usuarios de las centrales camioneras como un defraudador, pues se hace pasar por empleado de las secretarías de Gobernación o Turismo y les ofrece la compra de un boleto a cualquier destino a mitad de precio; el incauto cae y el sujeto escapa con el dinero.
Esta alerta la emitió el Consejo Ciudadano de la Ciudad de México, el cual explicó que durante las últimas dos semanas documentó al menos seis casos suscitados en las terminales del Sur y Norte, donde las víctimas fueron abordadas al interior o en los alrededores de las mismas, por un sujeto que se hace pasar por funcionario de alguna dependencia federal, incluso en un caso vestía una camisa con logos de la Secretaría de Turismo.
Una vez que los aborda y obtiene el destino al que viajarán, se ofrece a gestionar la compra de los boletos con “descuento”, derivado de su pertenencia al gobierno federal. Si el viaje es en la misma central los lleva al área de espera, les pide el dinero y desaparece, pero ya hay un caso en donde incluso acompañó a la víctima de una terminal a otra.
Para generar aún más confianza entre las personas que aborda, el delincuente les deja su mochila con supuestamente sus pertenencias —en algunos casos ha dicho que ahí guarda una computadora— y se retira con el dinero para no regresar más. Transcurridos de 20 a 30 minutos o cuando escuchan la salida del autobús que deberían tomar, las víctimas revisan la mochila para encontrarla llena de papel periódico.
Parte del problema ante este delito es que las víctimas son del interior de la república y viajan hacia sus estados de origen, por lo que no todos han iniciado una querella formal; sin embargo, se han acercado a los módulos del Consejo Ciudadano ubicados en estas terminales, donde se ha logrado que algunos interpongan sus denuncias y se les ha gestionado apoyos para su viaje.