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Como si de una estrella de rock se tratara, Monserrat recibe una ola de aplausos por parte de sus compañeras al entrar al cuadrilátero; hace unos meses en un concurso interreclusorios ganó en una exhibición, no sabía mucho de esta disciplina, pero dice que sus genes le ayudaron a consolidarse como campeona ese día.
“Yo lo traigo desde la calle, siempre me ha gustado el box, estuve entrenando alrededor de un año cuando era adolescente, mi abuelito era boxeador, o sea que ya lo traigo de sangre”, comenta.
Para demostrar su potencial, Monse hizo una exhibición a EL UNIVERSAL y peleó dos rounds contra una de sus compañeras.
Ambas comenzaron precavidas, procurando no golpearse tan fuerte, pero Monserrat demostró que su guardia izquierda la tiene bien preparada.
De acuerdo con sus palabras, hace un año cuatro meses trabajaba como bombero y paramédico, hasta que la detuvieron acusándola del robo de tres autos y la sentenciaron a 25 años y seis meses de prisión.
“Ese día iba rumbo a mi trabajo, hubo una revisión de rutina, yo iba con una chica, a esta chica la reconocen, nos bajan [del camión], en ese instante nos dicen que habíamos robado un auto, cosa que no fue verdad”, comenta.
Un tatuaje en el antebrazo derecho con el nombre de su hija es la principal prueba que las autoridades presentaron para inculparla, ella asegura que buscará la forma de demostrar su inocencia.
“Me acusan con el tatuaje que tengo en el brazo, que tiene dos años, y del robo que me acusan tiene alrededor de cinco, ellos dicen que yo tenía ese tatuaje y yo tengo la forma de comprobar lo contrario”, explica.
Señala que su familia está orgullosa de su participación en el boxeo y espera que cuando salga se pueda reincorporar a su trabajo, pero principalmente estar con sus hijos.
“Mi abuelito sabe que practico box y cuando me ve llora, mis hijos se motivan y mis papás también. Cuando les di mi cinturón a mis hijos se pusieron muy contentos, me vieron en internet, espero que algún día me puedan ver arriba de un ring”
