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Entre basureros clandestinos y aguas contaminadas vive la gente en Xochimilco. Desde la parte alta, donde se sitúa el río Santiago, hasta la presa de San Lucas Xochimanca corren aguas negras llenas de basura.

Pobladores aseguran que desde hace más de 25 años el río está contaminado por el drenaje de inmuebles cercanos y por la basura que los pobladores tiraron.

“Hablamos con las autoridades para que ya no descarguen las casas y el hospital de Topilejo que está a un lado, pero no hacen nada”, comentó Pablo, habitante del lugar.

En los límites de San Mateo Xalpa, en Xochimilco, y Topilejo, en la zona de Tlalpan, comienza el río con una cascada de aguas residuales. “Aquí tenemos una cascada natural, es el escurrimiento de la zona alta de las aguas pluviales, pero arrastra descargas de drenaje hasta la presa de San Lucas”, explicó la diputada local del PAN, Wendy González.

Al encabezar un recorrido por la zona cerril y lacustre, la legisladora dijo que las aguas negras se volvieron una letrina “y lo preocupante es que todo esto se va a los mantos acuíferos”.

Recordó que hay recursos etiquetados para rescatar barrancas, “pero aquí no se ve reflejado el recurso que se etiqueta en los órganos legislativos por parte de las delegaciones”.

La mayoría del agua del río Santiago está contaminada. En el cauce se quedaron varadas bolsas de plástico, trapos rotos, mangueras de plástico, pelotas, vasos desechables, botellas de vidrio y plástico, así como empaques de productos domésticos, como detergente, leche, frituras y golosinas.

Cerca de este punto se encuentra una barranca, utilizada como basurero clandestino y un depósito de cascajo. “El cascajo tiene dos fines: uno es tirarlo de manera clandestina, habrá quien cobra por permitir tirarlo y es un negocio doble; otra parte es que los que están en esta zona van preparando el terreno para que sean ocupados para vivienda”, sostuvo.

González consideró que la lejanía de las barrancas genera las condiciones para que las personas, de manera ilegal, depositen sus desperdicios.

En algunos tramos el río se observa seco, pero a unos metros regresa el caudal. La mayor parte del agua proviene de una tubería rota desde hace 15 años.

“No ha tenido mantenimiento, está muy ensolvado y en el punto más débil se rompió el drenaje. Lo hemos reportando desde hace 10 años, hemos venido insistiendo con todos los jefes delegacionales”, aseguró Pablo.

Personal del Sistema de Aguas, que acompañó a la diputada al recorrido, se comprometió a atender el problema del drenaje averiado.

En la presa de San Lucas Xochimanca las afectaciones aumentan. En el recorrido este diario constató que el espacio, situado al borde de carretera, no sólo es el basurero de los vecinos de la zona, sino que hasta personal de la delegación deposita cascajo en ese lugar. En la presa se observan algunas aves y vacas que beben agua sucia y caminan entre los desechos.

Las descargas de drenaje no sólo afectan el río Santiago, sino los canales de la zona chinampera.

Joaquín Cabello, director general de Medio Ambiente, reconoció que en la delegación falta cultura cívica y por ello llevaron a las escuelas un programa de educación ambiental; mientras que en los barrios y colonias reparten volantes para pedir que no tiren basura a las barrancas o cauces de ríos.

Atribuyó este problema a la falta de personal y equipo: “[Los elementos que tenemos] son insuficientes (...) Para limpiar los canales tenemos 36 personas. Tenemos un total abandono por las administraciones anteriores y ahorita nos está costando trabajo volverlo a recuperar”.

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