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Tras 20 meses de vivir en libertad y criar a su hija de apenas ocho meses de edad, Zunduri aún recuerda el flagelo que vivió. Las cicatrices no desvanecen, la quemadura de la plancha en su espalda le cala, las marcas de las cadenas las trae no sólo en la cintura, también en el inconsciente, y a pesar de las cirugías estéticas que le han realizado y las que faltan, dice, “no es suficiente para olvidar”.

“Se hizo justicia pero no es suficiente, los 30 años que les dieron a cada uno no es suficiente castigo por todo lo que me hicieron, sobre a todo a Leticia; por reparación de daño se pagó poco más de 50 mil pesos, algo de risa, pero que puedo decir, así es la justicia en este país”, explica en entrevista la joven quien dice que además impugnará la sentencia para que las autoridades busquen ampliar el castigo.

“Para mí fue difícil, de esa familia no quiero saber nada, todo quedó en manos de la autoridad y ellos saben que hacer, no entiendo como es que la Procuraduría habla de un millón de pesos, no se dónde quedó ese dinero”, dice extrañada Zunduri.

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