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Claudia Sheinbaum, jefa delegacional en Tlalpan, pidió a la recién instalada Asamblea Constituyente reconocer la importancia de zonas rurales y suelo de conservación del sur de la Ciudad.
De igual modo, exhortó a los constituyentes a garantizar la aplicación de recursos suficientes para fortalecer las actividades del campo. Sheinbaum lamentó que para estas acciones se destine un presupuesto mínimo.
“No puede ser que la mitad del territorio de la Ciudad de México reciba menos de 1% del presupuesto. El sur representa la superviviencia local, los servicios ambientales, bosques, biodiversidad. El maíz y los distintos cultivos de toda esta zona tienen que ser reconocidos, y ese reconocimiento no solo debe de ser de palabra, sino como bien se decía, tiene que ser un reconocimiento de recursos”, expresó.
Durante la Trigésima Feria del Elote realizada en San Miguel Topilejo, la delegada insistió en que los constituyentes “deben mirar hacia el sur, pues esta zona representa la supervivencia de la Ciudad al proporcionar servicios ambientales como la recarga de los mantos acuíferos, regulación climática y captura del dióxido de carbono que se genera en la zona metropolitana”.
Ante comisariados de bienes comunales, ejidatarios, representantes del gobierno central y habitantes de los pueblos originarios, Sheinbaum resaltó que Tlalpan es uno de los principales productores de maíz en la ciudad.
“Para fomentar la sustentabilidad, así como la preservación de la cultura de este alimento, se requieren acciones encaminadas para el fortalecimiento del campo”, agregó.
La funcionaria recordó que cuenta con un programa de apoyo a las actividades del campo para el cual se destinaron 15 millones de pesos en 2016.
La Feria del Elote, que llegó a su edición 30, se ha convertido en una tradición de los pueblos originarios, por ello “el gobierno delegacional tiene el compromiso de continuar destinado recursos para mejorar el campo”.
Visitaron la feria alrededor de 15 mil personas que degustaron productos derivados del maíz y adquirieron artesanías elaboradas en talleres caseros en los 250 puestos que se instalaron.
