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Por más de cuatro horas, un grupo de activistas en pro de los derechos de los animales permaneció en las escalinatas de la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México para demandar durante la mesa de trabajo de la secretaria de Medio Ambiente, Tanya Müller, el cierre de los zoológicos de la capital del país.
Con la leyenda “Las jaulas no son educación ni conservación. Los zoológicos son un negocio de tráfico y explotación”, las organizaciones Derechos Sin Fronteras y Proyecto Gran Simio" colocaron pancartas y fotografías de los animales que han fallecido en los zoológicos.
Se trató de un grupo no mayor a 15 personas, que afuera del Recinto de Donceles y Allende lanzó consignas en contra del maltrato animal al que son presas los ejemplares que se ubican no sólo en el zoológico de Chapultepec sino también en el de Aragón y en el Parque de los Coyotes.
Desde la llegada de la funcionaria local, antes de las 11 de la mañana, los reclamos no se hicieron esperar. Incluso a la salida de Tanya Müller aproximadamente cinco activistas no la dejaron marcharse sola.
Caminaron con ella desde su salida de la Asamblea hasta llegar a la oficina de la funcionaria local en el Antiguo Palacio del Ayuntamiento. Müller recibió todo tipo de cuestionamientos y una que otra lágrima de una protectora animal ante la pérdida de los animales.
Alzando una pancarta con la imagen de la gorila Jambi, que murió hace un año en el zoológico de Chapultepec, la activista le imploraba: “¡Date cuenta de cómo están los animales, ellos no merecen vivir como están, ve por tus ojos, ve cómo están!”.
La titular de la Sedema sonreía y respondía que contantemente acude a los zoológicos de la capital del país, pese a que una y otra vez le recriminaban que en estos sitio hasta los vidrios están rotos y “cochinos”.
Müller a todo decía “con mucho gusto, con mucho gusto”, mientras las lágrimas de la activista no paraban para asegurar que los zoológicos son sinónimo de crueldad.