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natalia.gomez@eluniversal.com.mx
Una nueva forma de hacer diplomacia salió a las calles y con mayor fuerza luego de la balacera del bar Pulse en Orlando. Roberta Jacobson, representante de Barack Obama en el país, marchó por las calles de la Ciudad de México para defender los derechos de la comunidad lésbico-gay.
“Para nosotros ahora la diplomacia es defender a las personas vulnerables y eso incluye gente de la comunidad LGBTI, la comunidad indígena, gente pobre y eso es ahora una parte fundamental de nuestra diplomacia y apoyar a los defensores de estas causas”, dijo.
Jacobson salió caminando desde la calle Danubio, a un costado de la embajada de Estados Unidos, con trabajadores de la propia legación y diplomáticos de otros países. Llegaron a la glorieta del Ángel de la Independencia, donde el grupo fue rodeado por decenas de fotógrafos y reporteros. La embajadora estuvo a la cabeza de la marcha y por momentos se retrasaba para evitar que los representantes de los medios de comunicación no dejaran libre el avance.
“Vamos a luchar contra cualquier tipo de discriminación y odio. Rechazamos esas actitudes, es nuestro rol. Después de Orlando para mí fue una cosa muy natural salir a marchar en este día”, dijo Jacobson, quien fue la primera embajadora de Estados Unidos en participar en una marcha de este tipo.
En el contingente también estuvieron los embajadores de Dinamarca Henrik Bramsen Hahn, la de Noruega, Merethe Nergaard y el de Países Bajos Dolf Hogewoning, así como representación de seis embajadas más, entre ellas Canadá, Reino Unido y Francia.
“Estamos aquí para apoyar el respeto de la diversidad y la libertad de todos. Nosotros tenemos una marcha igual y es muy especial este año después de lo que pasó en Orlando, queremos apoyar a el respeto a la diferencia”, dijo Merethe Nergaard.
“Apoyamos la diversidad, todas las personas tienen derechos y es la segunda vez que participo. Es claro que es mucho más importante después de lo ocurrido en Orlando”, dijo Henrik Bramsen Hahn.
Jacobson caminó hasta la Glorieta de Colón, aunque se había dicho llegaría hasta Avenida Juárez, ahí se separó de la multitud y se subió a su camioneta.
