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La Secretaría de Diversidad, Igualdad e Inclusión del PRI en la CDMX advirtió que no solapará actitudes de discriminación y homofobia por parte de militantes como Francisco Labastida Ochoa y la ex candidata a gobernadora del estado de Aguascalientes, Lorena Martínez, quienes responsabilizaron al presidente Enrique Peña por la pérdida de algunas gubernaturas a causa de la iniciativa de ley para aprobar matrimonios entre personas del mismo sexo.
“Estas declaraciones, de pensamiento conservador, no son la voz institucional de PRI ni tampoco determinan el sentir de todos los militantes, porque este partido mantiene una visión de avanzada, incluyente, que protege a todas y a todos los ciudadanos”, aclaró Rafael Ramírez, titular de la Secretaría de Diversidad, Igualdad e Inclusión del tricolor capitalino.
En entrevista, precisó que la comunidad lésbico, gay, bisexual, transexual, travesti, transgénero e intersexual (LGBTTTI) no es una población de clóset que debe guardarse en las habitaciones más recónditas o, peor aún, ocultarlas de la sociedad.
Lamentó que en menos de un mes la violencia se haya vuelto apoderar en algunos estados como en Veracruz, en el bar gay Madame, donde fallecieron 14 personas, y en Estados Unidos, en el Club Pulse, donde se presentó una masacre en donde fallecieron 50 personas y 53 más resultaron heridas.
Reconoció que las elecciones no favorecieron al partido, pero afirmó que sirvió de lección para enfocarse en las necesidades de la población y no criticar políticas reales e incluyentes.
Aprovechó también para exigirle a la Iglesia católica se informe y deje de promover la homofobia, situación que es grave y pone en vulnerabilidad a esta comunidad: “Que se dedique a hacer misa, su obligación es salvar almas, no agredirlas o calificar cuestiones jurídicas. Su trinchera es la salvación de las almas y ahí termina su función”.
A esta petición se sumó la vicepresidenta de la Comisión de la Diversidad de la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México, Rebeca Peralta León, quien comentó que se debe evitar la repetición de tragedias como la de Estados Unidos, ya que en México se han registrado alrededor de mil 310 crímenes de odio entre 1995 y 2015.
La legisladora perredista pidió a la Secretaría de Gobernación su intervención para poner un alto a los jerarcas de la Iglesia católica, que con sus mensajes, como el trasmitido en el Semanario Desde la Fe, sólo provocan actos de discriminación y agresiones.
