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Los altos índices de tráfico en la Ciudad de México reflejan que las políticas públicas a favor de la movilidad peatonal y el transporte público se han aplicado de manera tardía en la capital.
En entrevista, la subsecretaria de Participación de la Secretaría de Movilidad (Semovi), Laura Ballesteros, informó que la Ciudad de México, a comparación de otras capitales como Bogotá o Medellín, en Colombia, posee un retraso de más de 20 años en la aplicación de políticas de movilidad e inversión en el transporte público.
“La Ciudad de México invirtió mal el presupuesto en las últimas dos décadas, casi 73% del gasto para infraestructura se destinó al automóvil; estamos hablando de los segundos piso y vialidades, de implementación de políticas para estacionar más autos”, explicó.
Expuso que se deben invertir entre 20 y 25 mil millones de pesos a la agenda de la nueva movilidad de la capital; es decir, en transporte público y movilidad activa.
Fernanda Benfield, presidenta de la asociación México Previene, coincidió con Ballesteros y dijo que la Ciudad de México posee un retraso de 40 años en comparación con países como Suecia, la cual comenzó a implementar políticas de movilidad avanzadas y medidas de seguridad vial desde los años 70.
Esta semana se dio a conocer que la Ciudad de México es la más congestionada del mundo, después de Bangkok, Estambul, Río de Janeiro y Moscú, según un estudio realizado por la empresa TomTom, una de las principales compañías de elaboración de GPS en Europa.
En el último año, la capital de México tuvo un nivel de congestión vehicular de aproximadamente 59%, cuatro puntos porcentuales más que en 2014.