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La comida orgánica ha tenido un auge en los últimos tiempos como la opción “saludable” para los que pueden costearla. Sin embargo ¿qué significa ese término?
De acuerdo con la Organic Trade Association, la comida orgánica son aquellos comestibles sin saborizantes, colorantes o conservadores artificiales. Los ingredientes no orgánicos utilizados en los alimentos orgánicos procesados deben ser menos de 5% y estar dentro de una lista de sustancias aprobadas, conocidas como la "Lista Nacional" en Estados Unidos, que han sido evaluadas como más seguras para el consumo humano y con menos impacto en la salud ambiental.
Al seguir con estos lineamientos, estos alimentos no contienen aditivos químicos. Especialmente los de origen animal se certifica que no contengan las hormonas comunes entre productores para acelerar su crecimiento o producción, y que son perjudiciales para los humanos, condiciones de vida más higiénicas, acceso a mayores áreas de pastoreo y nutrición también orgánica. Los de origen vegetal, por otra parte se asegura que no contengan pesticidas, fertilizante o ingredientes químicos.
Los alimentos más afectados por el uso de químicos debido a su facilidad para la absorción durante su producción son:
- Carne, pollo, cerdo
- Productos lácteos: leche, queso, mantequilla
- Fresas, frambuesas, y cerezas
- Plátanos
- Manzanas y peras
- Tomates
- Espinaca y ensaladas verdes
- Café
- Papas
- Frutas con hueso: durazno, nectarina, albaricoque.
- Uvas
- Apio
- Pimientos, verdes y rojos
La gente interesada en lo orgánico lo hace con un genuino interés en comer de la forma más sana posible. Los productos orgánicos exigen mayor calidad, un desarrollo menos rápido y menos producción por lo que su costo es significativamente mayor.
¿Cuáles son los beneficios?
Al no contener químicos añadidos y tener materias primas con la menor intervención humana, los alimentos orgánicos suelen tener beneficios nutrimentales más altos que los que no son orgánicos.
En promedio el adulto que come comida orgánica se expone entre 6 y 12 pesticidas en alimentos y bebidas menos que los que sí lo hacen. La leche orgánica contiene tres veces más grasas omega 3 que la convencional, el cual es benéfico para el corazón. A nivel ambiental los productores orgánicos reportan en promedio 30% menos emisiones de gases de efecto invernadero que las otrás, además de promover la biodiversidad y preservación de especies como las abejas al prohibir el uso de fungicidas que afectan su población.
Algunas frutas orgánicas reportan más nivel de vitaminas que sus contrapartes, tan como las fresas y tomates orgánicos que tienen al menos 50% más vitamina C y fenol; y la espinaca orgánica reporta menores niveles de nitrato e insecticidas. Por otro lado la avena orgánica tiene menor nivel de herbicida relacionado al desarrollo de alergias y cáncer en el sistema linfático.
Al no tener conservadores, estos productos siempre son frescos y aunque esto significa menor tiempo de caducidad, se dice que el sabor es más natural, mejor y más intenso que en las comidas que son fabricadas industrialmente.
Los productos orgánicos suelen conseguirse en mercados o tiendas especializadas. En algunos casos se pueden encontrar en supermercados con algún sello o indicativo que son orgánicos. Dependiendo del país, hay distintos certificados para asegurar que el producto sea auténticamente orgánico.