A los mexicanos nos encanta el asado y La Cabrera lo sabe, pues recientemente abrió sus puertas en Polanco, al interior del centro comercial Plaza Antara. Este famoso restaurante es oriundo del barrio de Palermo, emblemático de Buenos Aires, Argentina, y creación del chef Gastón Riveira. La propuesta es típica de cortes argentinos, donde la carne es cocinada en su punto y las guarniciones para compartir son su punto medular. ¿Cuál es la diferencia con otros restaurantes de este mismo estilo? “Traemos a La Cabrera con el paladar típico de Argentina,”nos platica el chef Valentin Dupuy en entrevista durante la degustación de sus platos, “con un tipo de cocción que es particular y específico de nosotros. Tenemos una parrilla cerrada que se llama shaffer, que lo que hace es optimizar tiempos en la cocción y el ahorro de energía. Utilizamos la mejor carne de acuerdo a la zona y ésta pasa por un proceso de maduración y también manejamos un corte añejado." En el tema de los embutidos, éstos son receta original del chef Riveira. “Se trata de 60 de cerdo, 30 de res y 10 por ciento de materia grasa,”explica el chef.
El ambiente del restaurante es relajado, muy al estilo del concepto original argentino, que le ha valido una posición entre los 50 Best Restaurants LATAM; sin embargo, lo que seduce de este lugar no es el ranking sino el aroma de carne asada, jugosa, con esa ligera costra dorada que fascina.
Bife de chorizo, bife dry aged, asado de novillo, ojo de bife, entraña, el típico churrasco, mollejas asadas o chinchulines son algunos de los cortes que se elaboran en la parrilla de este restaurante de acuerdo a la cocción que prefieras. También puedes ordenar cortes de cerdo y ternera, como el matambrillo o la milanesa napolitana.
Los acompañamientos son una adaptación de las típicas guarniciones de asado al estilo mexicano e incluyen la famosa provoleta, el chorizo criollo, el corisan o las empanadas de carne con la receta especial de la casa. El el tema del vino, La Cabrera ofrece caldos argentinos y nacionales de corte robusto, que van muy bien con la propuesta cárnica de la cocina. Finalmente, las grandes comilonas en este lugar terminan con postres como la banana flambé, el flan casero, el panqueque de dulce de leche o la tarta crocante de manzana.