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Gazpacho
Es una de las sopas más conocidas de toda España. El gazpacho es ideal para combatir el calor del verano europeo, pues al servirse fría refresca a quien la coma. Originalmente estaba hecha de cona base de migas de pan seco, agua, vinagre, aceite y ajo, aunque más tarde se le agregaría como ingredientes jitomates, pepinos e incluso pimientos. Dependiendo de la región, puede variar la receta.
Sopa de cebolla
La famosa soupe á l'oignon francesa es un platillo que se remonta al antiguo imperio romano, donde se le consideraba como una comida de "pobres". Más tarde, hacia el siglo XVIII, la receta evolucionaría incorporando consomé de res, cebolla caramelizada, así como el acompañamiento de crotones y queso gratinado, versión que perdura hasta la actualidad con sus variantes.
Sopa miso
El miso es una pasta de soya fermentada, y dependiendo del grado de fermentación el sabor de la pasta puede llegar a ser dulce o salado. La sopa japonesa de miso recibe su nombre por el uso de esta pasta, pues es el ingrediente principal para su preparación. Además, se le suele agregar otros ingredientes como tofu, alga wakame y hojuelas de bonito, entre otros ingredientes.
Borsch
Aunque comúnmente se considera como un platillo ruso, cabe mencionar que el borsch es consumido en otro países de Europa Oriental tales como Ucrania, Polonia o uncluso Rumania.
Se trata de una sopa o potaje de bello color rojizo, obtenido gracias al uso de betabel, que aquí se acompaña de otros ingredientes como caldo de res, cebolla, vegetales varios y un poco de crema agria.
Minestrone
Sabemos que los italianos son famosos por sus pastas y esta sopa no podía estar hecha de otra cosa más que verduras, pasta y en ocasiones frijoles o arroz. Dependiendo de la región en la que se prepara, llega a variar el resultado. Por ejemplo, en la Toscana se acompaña de alubias blancas y col negra mientras que en Génova los ingredientes incluyen alubia roja y habas.
