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En mi artículo anterior, “Desarrollo y libertad”, dejé claro el punto de que si nuestro presidente López Obrador pretende hacer de México un país desarrollado, deberá invertir en capital humano, más que en su idea de explotar recursos naturales.
La explotación de recursos naturales como el petróleo, puede ser una fuente de financiamiento de la inversión en capital humano e infraestructura, pero no deberá verse como una fuente de riqueza.
Tampoco AMLO debe cometer el error de los gobiernos panistas que utilizaron la renta petrolera para financiar gasto corriente. Esto fue una gran irresponsabilidad al utilizar un recurso no renovable en gasto ordinario en lugar de financiar la inversión. Fox y Calderón perdieron la oportunidad y dilapidaron el petróleo.
¿Qué es invertir en capital humano? Para entender el concepto de capital humano debe comprenderse el de la dignidad humana. Ésta tiene que ver con lo que nos hace mejor persona, es decir menos animales. Implícito a la dignidad están la libertad y la responsabilidad. Por tanto deben eliminarse las barreras que nos impiden a los mexicanos ser más libres y más responsables, según la teoría de Amartya Sen. Es decir, los mexicanos debemos aspirar a ser más humanos, más libres y más responsables.
No tiene la misma libertad alguien que tiene que comer que alguien que no. Por esto el trabajo es uno de los elementos más dignificantes, porque además de permitirnos llevar el sustento a nuestras casas, nos permite desarrollarnos personal y profesionalmente, al tiempo que nos hace sentirnos útiles y capaces.
Así, el nuevo gobierno de ALMO debe buscar que nuestro país sea atractivo y confiable a la inversión productiva, para que ésta genere los empleos que los mexicanos demandamos.
Debe invertir en infraestructura que eleve el atractivo del país, léase la competividad. Pero también nuestros gobiernos deben invertir en las instituciones encargadas de proveer confianza a los habitantes, turistas e inversionistas.
Nuestros gobiernos deben poner el ejemplo no sólo en austeridad, sino también en honestidad, transparencia, respeto a la legalidad, no abuso de poder, y en actitud y eficiencia de servicio por parte de los “servidores públicos”.
Me informan que en el despido a los empleados del SAT no se cuidaron las formas, y que la prepotencia de la autoridad fue igual o peor que la de gobiernos anteriores.
No tiene la misma libertad alguien con problemas de salud que alguien sano. Por eso es fundamental que se invierta en crear un sistema de salud pública que dé trato y atención profesional y digna a los ciudadanos.
Todo país de primer mundo se distingue por un sólido sistema de seguridad social que garantice seguro médico, seguro de invalidez, seguro de desempleo, seguro de retiro por vejez, seguro de vida, etc.
Con todo respeto a nuestro presidente López, pero disiento con él en su programa clientelar de dádivas a los adultos mayores, para quienes su principal gasto es en salud y su principal necesidad es atención.
Era preferible invertir en el sistema de salud con clínicas y especialistas en adultos mayores, donde se tenga acceso a servicios de calidad y medicamentos gratuitos, que la dádiva de 1,200 pesos prometidos por el presidente. Era preferible implementar un sistema de “guarderías” para adultos mayores, de estancia diurna, con todo un programa de actividades y servicios, que el numerario que les proveerá el gobierno.
No podemos hablar de inversión en capital humano sin hablar de educación y cultura. No podemos hablar de educación para el siglo XXI sin mencionar conceptos como economía basada en el conocimiento, la innovación y la capacidad emprendedora. Gran reto el del sistema educativo mexicano que parece que ALMO no entiende que ésta debe ser una prioridad que se manifieste en una renovación del modelo educativo y en el presupuesto.
Finalmente, “la imagen urbana afecta la moral social”, como nos dice el arquitecto hindú Charles Correa. Por eso es necesario invertir en desarrollo e infraestructura urbana y vivienda que dignifique a los mexicanos.
Estas deberían ser prioridades del nuevo gobierno, que no están en la agenda muchas de ellas y que ojalá se incluyan.
Ingeniero industrial y empresario