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Mejorar la investigación de los delitos en la capital comienza por rediseñar el primer nodo del sistema penal: la denuncia.
Los requisitos para denunciar en la Ciudad de México, como en muchas entidades federativas, son absurdos. Por un lado, el propio trámite, de tan agotador e inútil, disuade la denuncia misma, provocando la pérdida de información sobre el fenómeno del crimen. Por otro lado, el sistema entorpece la investigación criminal al darle un tratamiento inicial casi idéntico a casos que son muy diferentes. El mal diseño de este proceso no es culpa de los funcionarios que lo administran, de alguna forma son tan víctimas de éste como los ciudadanos mismos. Es un sistema heredado, pero para fortalecer la investigación criminal es necesario cambiarlo de raíz.
Tres intervenciones pueden mejorar la denuncia:
1. Formalizar la denuncia telefónica.
2. Reconocer la validez de la denuncia ante la policía.
3. Fortalecer los mecanismos de denuncia en línea.
Actualmente, una llamada telefónica para reportar un crimen se desconoce como una denuncia formal. Ante un reporte telefónico, las autoridades obligan al ciudadano a acudir al Ministerio Público (MP) de manera presencial. Esto es un error. Las denuncias que hacen los capitalinos al 911, a Locatel, al Consejo Ciudadano y a otros números telefónicos, incluyendo los recientemente inaugurados números de Nextel por cuadrante, deberían ser suficientes para iniciar una investigación y eventual judicialización. Un teléfono es de uso casi generalizado y, por tanto, debe reconocerse como una herramienta de acceso a la justicia.
Otro avance en la dirección del sentido común tiene que ver con reconocer la validez de denuncias ante policías. Esto no está implementado en la Ciudad de México, aunque usted no lo crea. Desde el 2008 la Constitución federal obliga a la policía a recibir denuncias en todo el país. Sin embargo, las víctimas de delitos que se aproximan a cuerpos policiales en la capital suelen ser “bateadas”. Si el delito no está en curso, la respuesta típica de un policía es: vaya usted a presentar su denuncia a una agencia del MP. Esto se aleja tanto del nuevo marco constitucional como de la práctica internacional, donde la policía es la autoridad típica para recibir denuncias.
Por su parte, la denuncia por internet en la capital existe solo para delitos sin violencia y exige la ratificación en persona de la víctima en una agencia del MP, algo que hace nulo el avance. Una genuina innovación permitiría que, incluso con una aplicación, un afectado denunciara y adjuntara documentos, fotografías o videos. Un código bidimensional, como el que ya se obtiene en los pagos en línea, podría generar un folio único de identificación que serviría de sello oficial y facilitaría rastrear el curso de la denuncia.
Existe una resistencia a ampliar los medios de denuncia. Muchos estiman que un mayor número de reportes creará una mayor sensación de inseguridad. Esto tiene que ver con un error común que confunde la denuncia con la incidencia. Sin embargo, el combate al crimen requiere un sistema que, por un lado, permita captar la mayor y mejor cantidad de información y que, por el otro, facilite la segmentación temprana de casos para organizar de forma lógica las cargas de trabajo. En última instancia, un sistema efectivo de denuncia puede generar también un sistema más eficaz de respuestas. Hoy, estas mejoras son posibles.
Abogada