Los viajeros a los destinos de playa son cada vez más exigentes, ya no se conforman con un hotel bonito, sino que buscan instalaciones que combinen la belleza natural con un espacios de gran diseño.
Las cadenas lo saben y han redoblado esfuerzos para conseguir que sus hoteles se distingan por su propuesta.
Grand Luxxe, por ejemplo, recientemente obtuvo la categoría de El Mejor Hotel de México en los Hotel Awards por los lectores de Travel+Leisure y cuenta con el reconocimiento de Cinco Diamantes otorgado por la AAA, distinción que únicamente poseen los hoteles que, después de someterse a una rigurosa evaluación, cumplen con los más altos estándares de calidad y servicio a nivel mundial.
El gran mérito del lugar, además de su servicio, es que su diseño logra conjuntar la belleza del lugar con una moderna arquitectura.
Las palmeras típicas de la zona conviven con mobiliario hecho de materiales naturales, así como con palapas de madera.
El spa también combina elementos naturales, como piedras de río, plantas y madera, con accesorios decorativos como candiles artesales.
Ofrece cabinas privadas y dispone en el exterior de bungalows con tinas de agua fría, vapor, sauna, tinas de hidroterapia para pies y áreas de relajación.
