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Las elecciones en nuestro país no pueden estar al margen de las redes sociales ni del ámbito del internet. Incluso, y a pesar del escándalo por el mal uso que se dio a los datos personales de Facebook por la empresa de estrategia política, Cambridge Analytica, al realizar perfiles psicográficos con usos electorales.
Si bien el hecho hizo resurgir nuevamente la polémica del uso de las tecnologías en el ámbito de la política, debemos reconocer que irremediablemente nos dirigimos a que sea en este espacio donde se informen, deliberen, y consignen los hechos de interés nacional cada vez más, y por supuesto los procesos electorales forman parte de ello.
La complejidad de blindar las tecnologías de información genera temores fundados. Cuando se trató de impulsar la modalidad del voto electrónico en el extranjero para estas elecciones, por ejemplo, éste no prosperó porque el INE y los propios actores políticos, no tenían certeza de garantizar la inviolabilidad de un sistema, que permitiera a nuestros conacionales emitir su voto de manera rápida por vía electrónica, por lo que todavía en esta elección se hará por vía postal.
Cuando se firmó el memorándum con Facebook, no bien había terminado la rueda de prensa, que ya se especulaba del temor por una transferencia de información de datos personales del Padrón con la conocida red social, cuyos datos personales, es importante recordarlo, son recabados con la anuencia del usuario, al aceptar éste sus políticas de privacidad que, por supuesto, no son altruistas.
El documento que generó tanta polémica, señala que Facebook permitirá que mensajes de participación ciudadana estén disponibles en su plataforma y que transmitirá el Programa de Resultados Preliminares (PREP) con la información que reciba del INE en tiempo real, además de difundir algunos foros de capacitación para los medios de comunicación.
En el caso del memorándum, entre Twitter y el INE, se expresa de manera clara que el objetivo es que dicha plataforma se coordine de forma regular con la autoridad electoral, tanto para reforzar la seguridad de la misma, en momentos clave del proceso electoral, como para promover un adecuado y oportuno flujo de información relevante para sus usuarios y medios de comunicación, como lo serán los tres debates presidenciales.
Bajo esa premisa de coordinación, que no de regulación, se inserta también el recién convenio firmado con Google para transmitir también dichos debates a través de la plataforma de YouTube, permitir a sus usuarios ubicar sus casilllas, localizar información sobre candidatos, y transmitir los resultados del PREP en tiempo real, como fuente paralela de la información oficial emitida por la autoridad.
El cambio de hábitos de información de la población exige considerar la inclusión de internet y las redes en estos procesos de interés nacional, antes que denostarlos prematuramente por la potencialidad íntrinseca que lleva su instantaneidad.
La realidad tecnológica se impone y la tendencia es irreversible. Para muestra los resultados de la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) 2017, y los de la asociación de internet.mx. Ambas fuentes documentan que en México hemos pasado de 20. 2 millones de usuarios de Internet en 2006, a 71.3 actualmente, lo que representan el 63.9 por ciento de la población de seis años o más.
El cambio en los hábitos de los usuarios para buscar información es contundente: las principales actividades de los usuarios de Internet actualmente son: obtener información (96.9%), entretenimiento (91.4%), comunicación (90.0%), acceso a contenidos audiovisuales (78.1%) y acceso a redes sociales (76.6 por ciento).
Cada usuario en México posee cinco redes sociales en promedio. Facebook se mantiene como la principal Red social (95% ), y le siguen Whatsapp (93%), Youtube (72%),Twitter (66%) e Instagram(59%). Según internet.mx, 6 de cada 10 entrevistados, consideran que internet los acerca a los procesos democráticos en México, y 9 de cada 10 internautas interesados en estos procesos, estarán pendientes de esta información en línea, ya que este tipo de usuarios pasan en promedio 38% de su tiempo conectados en internet en alguna red social.
Este espectro ilustra que toda la información relevante en el ámbito electoral se difundirá y debatirá en estos espacios más que en ningún otro. Quizá por eso México es el primer país en América Latina en contar con el programa de fact checkers en las campañas electorales, para que los usuarios en la plataforma de Facebook puedan ser alertados de noticias falsas o con contenido dudoso.
La red trabaja ya con el programa Verificado 2018 (red de personas, medios y organizaciones para evitar propagación de noticias falsas mediante una plataforma electrónica), por lo que los usuarios de Facebook podrán encontrar post de noticias acompañadas de artículos relacionados con la leyenda “Verificador de hechos”. Con estas acciones Facebook busca reducir de manera dramática el alcance de estos contenidos, que tanto han dañado su credibilidad.
La era digital impone nuevos retos a los Estados, los corporativos y la sociedad. Manipular la voluntad ciudadana políticamente es un tema añejo. Sin embargo, lo que la tecnología puede hacer instantánea y masivamente, potencializa su peligrosidad. Tomemos precauciones para emitir un voto informado y no manipulado este primero de julio.
Analista Política
@Biarritz3