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Turistas tomándose fotos en el malecon de Chetumal, personas comiendo en puestos ambulantes, gente caminando rumbo a su trabajo o jóvenes en motos y en bicicletas que pasan sobre el asfalto seco en una ciudad que se preveía sufriría los estragos de la tormenta tropical Franklin son algunas de las escenas que se repiten en la capital quintanarroense horas después de que el fenómeno natural pasó. Gloria Caramón, veracruzana que visita por primera vez la ciudad caribeña, asegura que cuando supo que se aproximaba el meteoro sintió curiosidad por saber qué se vivía en esta situación.
Ricardo García, venezolano, y Yasbely Barsallo, panameño, una pareja de novios que lleva dos días visitando Chetumal, aseguran que sintieron nerviosismo cuando supieron que Franklin tocaría tierra; sin embargo, la pareja decidió quedarse y esperar porque que había sido un viaje que llevaban planeando desde hace varios meses.
“Visitamos toda la península desde Belice y Chetumal. Ésta era una de nuestras paradas, porque pretendemos llegar a Cancún y cuando nos dijeron en el hotel que se acercaba la tormenta nos preocupó, pero no pensamos en irnos a otro lugar y ahí nos quedamos”, dice la joven de 25 años. Fotografiándose en un letrero que dice: “Chetumal Aquí comienza México”, Ricardo García agrega que en Venezuela también están acostumbrados a este tipo de situaciones.
De Cancún a Chetumal no se reportaron daños y los poblados realizaron sus actividades cotidianas como cualquier día. En la carretera federal que comunica ambas ciudades se constató que estuvo libre de árboles caídos o piedras que pudieran obstaculizar el tránsito de vehículos.