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“Queremos justicia para Miroslava y todos los periodistas que han perdido la vida”, sentenció quien fuera propietario y director del extinto periódico Norte de Juárez, Oscar Cantú, al hablar ante el Pleno de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés), en el marco de la jornada sobre la Libertad de Expresión, en Yakarta, Indonesia.
Cantú fue invitado a formar parte de las conferencias tras el asesinato de una de sus colaboradoras, la periodista Miroslava Breach Velducea, y el cierre hace tres semanas del rotativo que fundó hace 27 años.
En su mensaje, recordó que en las casi tres décadas que se publicó Norte se vivieron: “Situaciones extremas por enfrentar el poder político. Nuestro edificio recibió tiros, varios de nuestros reporteros fueron secuestrados, golpeados, y algunos de los anunciantes intimidados por el gobierno. Nos han querido llevar a la cárcel por denunciar corrupción abusos de poder e injusticias”.
Ante la organización internacional, sostuvo que a pesar de los tiempos tan difíciles su equipo siempre siguió adelante, y para él: “El amor es mi motivación, el amor a la justicia, al ejercicio de las leyes, en el periodismo el amor va más allá del miedo.
A un mes y medio del homicidio de la periodista, quien también se desempeñaba como corresponsal de La Jornada, Oscar Cantú habló de Breach Velducea, “Miroslva fue un ejemplo del ejercicio del periodismo, ella amaba evidenciar como el crimen organizado se infiltró en el sistema político. Fue una mujer profesional en el periodismo, una madre una hija, una hermana, una mujer con una gran visión, una analista. Una noche hablamos por teléfono, en la mañana había sido asesinada. Su familia no merecía eso, sus hijos han quedado huérfanos”.
En un discurso en inglés, reconoció que siente compartir parte de la culpa por el artero homicidio.
“Su crimen me hizo sentir avergonzado, por los graves errores que cometemos los propietarios de los medios de comunicación al no exigir justicia para los periodistas que han sido asesinados en años pasados, es nuestra corresponsabilidad cuidar de ellos y darles seguridad”.
Sobre el término del periódico que encabezó, aseveró que no existían las garantías para seguir en criculación, “El cierre de Norte es una protesta ante el gobierno, por no garantizar nuestra seguridad no el respeto que los periodistas y medios merecen. Ya no podía arriesgar a mis colaboradores, sus familias y a mí mismo. Ejercer el periodismo en México es peor que nunca, la ausencia del estado de derecho y la ingobernabilidad ponen al periodismo en constante riesgo. El gobierno ha sido incapaz de contener a un poder fáctico: el de los cárteles de la droga, estamos en un estado fallido bajo el control del crimen organizado. La corrupción y la impunidad están fuera de control”.
Finalmente hizo un llamado a los representantes de las distintas naciones con presencia en la UNESCO para que se apoye al periodismo independiente, “Se necesitan fondos para financiar el periodismo de investigación, el periodismo de análisis, para estar libres de la manipulación de los gobiernos. Los medios locales e independientes son los más vulnerables”.