Más Información
Pifia ortográfica se cuela en transmisión del debate sobre CNDH; “Dictamen a discución” pasa desapercibido en Canal del Congreso
Delegación mexicana va a la COP29 en Azerbaiyán; promoverá “política ecológica y ambiental humanista” de Sheinbaum
Piden a Sheinbaum estrategia contra promesas de campaña de Trump; “lo va a cumplir”, advierten académicos de la UNAM
José Manuel Mireles Valverde nació el 24 de octubre de 1958 y es médico de profesión y originario del municipio de Tepalcatepec, ubicado en la Tierra Caliente michoacana, donde ejerció su profesión como funcionario de la Secretaría de Salud de Michoacán.
José Manuel Mireles buscó en 1986 la alcaldía de Tepalcatepec, candidateado por el Partido Revolucionario Institucional, la cual no pudo consumar.
En el año de 1988, Mireles Valverde fue detenido por Delitos Contra la Salud; sin embargo, tres años más tarde logró salir en libertad bajo fianza, para después de una década buscar nuevamente un cargo de elección popular e intentó ser diputado federal bajo las siglas del Partido de la Revolución Democrática, pero también perdió la contienda.
Mireles regresó al sector salud como encargado, en diferentes periodos, de distintas clínicas de la SSM y, un mes después de que habitantes de la cabecera municipal de Tepalcatepec y de la tenencia de la Ruana, municipio de Buenavista se levantaran en armas, ingresó como auxiliar a las autodefensas.
Al interior del Consejo General de Autodefensas y Guardias Comunitarias que nació el 23 de febrero del 2013, Mireles fue vocero por un periodo de tres meses y medio por su facilidad de palabra, pero fue destituido por acusaciones de la población en su contra de abuso sexual y de filtrar información que ponía en riesgo a las autodefensas.
Desde entonces, José Manuel Mireles se proclamó “líder de las autodefensas legítimas” y anunció un movimiento civil armado a nivel nacional, el cual no tuvo respuesta.
Mireles reclutó un grupo de pobladores de la sierra, de la sierra-costa y de la parte alta de la Tierra Caliente de no más de 70 personas, que lo acompañaron hasta el día de su detención.
A decir de su defensa, de familiares y en voz de quien fuera vocero de las extintas autodefensas, su estado de salud es delicado y empeoró más en prisión, por lo que su osadía aún no termina, señalan.