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El fiscal General de Veracruz, Jorge Winckler Ortiz, ofreció una disculpa pública por haber declarado que entre los restos hallados en una fosa del municipio de Alvarado se encontraba una familia queretana reportada como desaparecida desde septiembre del año pasado.
“En este tipo de asuntos, en los que está de por medio la verdad jurídica que interesa a todo México, no debiera de privar un sesgo; intenté dar apertura, esto molestó y me disculpo, no volverá a ocurrir”, dijo.
En conferencia, el funcionario —quien llegó de la mano del gobernador Miguel Ángel Yunes Linares— admitió que no se han hecho pruebas científicas para cotejar la información y aseguró que es un error que “no volverá a ocurrir”, pero insistió en que dio a conocer la información con el ánimo de abonar y no de generar daños.
Esto ocurre un día después de que colectivos de búsqueda de desaparecidos de todo el estado le exigieron una disculpa pública.
El fiscal se justificó y dijo que se encontró ropa, cabello, credenciales y demás datos que de manera indiciaria permiten a la fiscalía presumir la identificación de estas personas.
“De buena fe y con el ánimo de informar di a conocer la presunción de los hallazgos con relación al nombre de algunas personas, señalándose de manera concreta que se presumía la identidad de las víctimas; en específico, las víctimas que son la familia originaria de Querétaro. He leído en la prensa, desde el día de ayer y hoy, que esto ha provocado molestia en la familia y la verdad lamento mucho esto y sinceramente ofrezco una disculpa”.
