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El penal de Pacho Viejo en el municipio de Coatepec —donde se encuentran recluidos el ex gobernador interino Flavino Ríos Alvarado y el ex secretario de Seguridad Pública Arturo Bermúdez Zurita— es único en su tipo: ocupa cuatro hectáreas y cuenta con amplios espacios y canchas deportivas.
Asentado en zona conurbada a Xalapa, la penitenciaria fue inaugurada en 1980 como ejemplo de readaptación social y hoy en día alberga a 730 reos, la mayoría acusados de delitos del fuero común.
Cuenta con una barda perimetral de concreto de seis metros de altura, con dos metros más de cimientos de piedra, protegida a su vez por alambradas de tres metros de altura.
La megaestructura tiene cuatro torres de vigilancia con sistemas de comunicación y alarma; además, en sus accesos tiene varias puertas de control y un área de revisión individual para los visitantes.
Se construyó a 500 metros de la población de Pacho Viejo, de ahí su nombre; tiene una cancha de futbol, una más de basquetbol e incluso un auditorio donde organizan distintas festividades y ceremonias oficiales de libertades anticipadas.
Los internos cuentan con talleres de capacitación, incluso en cada Semana Santa representan la Pasión y la Muerte de Cristo. La escenificación del Viernes Santo la realizan año con año en las canchas, donde los reos se caracterizan e incluso cargan la cruz de madera.
El penal en la actualidad está rodeado por el poblado de Pacho Viejo y gran parte de su economía se basa en los familiares de los internos.
La población femenil no tiene contacto con el sector de varones, pues su área se encuentra aislada y rodeada por rejas casi en el centro de la penitenciaria.
Las reclusas habitan en pequeños cuartos; como tienen el derecho de tener en el lugar a sus hijos hasta los tres años cumplidos, en el lugar es habitual ver entre cuatro o cinco menores.
