Productores de aguacate de Michoacán y Jalisco externaron su preocupación e incertidumbre por la llegada de Donald Trump como presidente de Estados Unidos ya que, explicaron, la exportación del “oro verde” al vecino país del norte depende en su totalidad de los acuerdos establecidos en el Tratado del Libre Comercio (TLC).
Para el empresario michoacano Pedro Bucio Bucio, el hecho de que el magnate estadounidense haya anunciado la renegociación o de plano buscar la cancelación del TLC, no es buena noticia. “Sabrá Dios qué vaya a querer hacer este hombre”.
El empresario e hijo de uno de los pioneros de la producción, y posteriormente impulsor de la exportación de aguacate, advirtió que Michoacán sería el estado más afectado, por ser hasta el momento la único entidad del país que comercializa esta fruta en Estados Unidos.
Cifras del Sistema de Información arancelaria de México y el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) revelan que entre enero y noviembre de 2016, nueve de cada 10 aguacates que compró Estados Unidos eran de México, y que en 11 meses el país del norte importó 707 mil 175 toneladas de aguacate mexicano.
Los otros países a los que Estados Unidos le compró aguacate fueron Perú (31 mil 572 toneladas), Chile (23 mil 103 toneladas) y República Dominicana (13 mil 904 toneladas), revelaron las estadísticas de los organismos.
Para Pedro Bucio, fuentes de empleo, economía y producción son lo que está en riesgo, pues tan sólo el año pasado los empresarios michoacanos exportaron 925 mil 966 toneladas de aguacate a EU, que dejaron una ganancia de 2 mil 16 millones de dólares en ese año, de acuerdo con el Sistema de Información arancelaria de México y el USDA.
Bucio resalta que Michoacán exporta aguacate a Estados Unidos desde junio de 1997, luego de que cumplió con todos los requisitos estipulados en el plan de trabajo que establecieron Estados Unidos y México dentro de los acuerdos del TLC, lo cual, asegura, permitió un crecimiento en ese sector productivo que en la entidad genera actualmente más de 100 mil empleos directos e indirectos.
Dijo que hasta este momento no han tenido ningún problema para introducir su fruta al mercado estadounidense desde la llegada de Donald Trump, pero sí les generó preocupación e incertidumbre lo sucedido el pasado 16 de enero, cuando Estados Unidos impidió el paso de 120 toneladas de aguacate de Jalisco.
A pregunta expresa, el empresario michoacano refirió que el aguacate michoacano tiene más consistencia y es más aceitoso que el de Jalisco, lo que le da un mejor sabor, aunque reconoció que la calidad del jalisciense también le permite ser exportado.
El estado de Jalisco se encuentra en segundo lugar de producción de aguacate del país, sólo por debajo de Michoacán.
De acuerdo con cifras de la Asociación de Productores Exportadores de Aguacate del Estado de Jalisco (Apeajal) el año pasado los productores jaliscienses cosecharon 120 mil toneladas de aguacate de las 22 mil hectáreas sembradas de esta fruta y que se reparten entre los 33 municipios de esa entidad. Dicha cosecha les dejó una derrama económica de 2 mil 500 millones de pesos.
Ignacio Gómez Arregui, presidente de la Apeajal, señaló que ante la incertidumbre que ha generado la inestabilidad en la permanencia del Tratado del Libre Comercio de a América del Norte (TLCAN), ya preparan estrategias de comercialización para expandir su producto a otras naciones en el supuesto de que Estados Unidos decida dar marcha atrás al acuerdo.
Sin embargo, “seguimos especulando tras la llegada del señor Trump y a la fecha aún no ocurre nada, pero de llevarse a cabo todo lo que el señor ha dicho, no sólo sería un problema para el aguacate, les pegaría a todos, pero lo que respecta a nosotros vamos a esperar cuáles son esas medidas y si afecta a la exportación de aguacate de México, ver cómo vamos a solventarlo; si por el tema legal o incluso acudir a algún organismo internacional”, expresó.
La travesía
El pasado 16 de enero todo estaba listo para que el aguacate jalisciense fuera exportado por primera vez a Estados Unidos; sin embargo, no se pudo consumar el sueño de los mil 400 productores de esta entidad, representados por Ignacio Gómez Arregui.
De última hora, las autoridades del país que ahora gobierna Donald Trump cancelaron la firma del documento que le permitiría a los empresarios de Jalisco comercializar el “oro verde” en esa nación.
En Zapotlán El Grande se dio el banderazo de salida del envío de 120 toneladas de aguacate Hass certificadas para su exportación a la frontera de Reynosa, Tamaulipas, donde sería firmado el convenio comercial para su ingreso a Estados Unidos.
Frente a ese primer cargamento, la bandera estadounidense y la de México eran ondeadas por productores y autoridades de Jalisco, del gobierno federal e incluso del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA). Los rostros fueron de alegría; era toda una fiesta.
Tras cuatro años de negociaciones entre ambas naciones, por fin se abrirían las fronteras de Estados Unidos para la fruta jalisciense, anunciaba con bombo y platillos por la Secretaría de Desarrollo Rural del gobierno de Jalisco.
Todos los requisitos estipulados en el plan de trabajo bilateral para la exportación de aguacate habían sido cumplidos, por lo que el Departamento de Agricultura de Estados Unidos entregó formalmente el 27 de mayo del año pasado el reconocimiento de los municipios certificados de Jalisco para que su producción se pudiera exportar, permiso que no fue fácil conseguir.
Tanto productores como empacadores y exportadores deben presentar los respectivos certificados de calidad del trabajo del producto y transporte que saca la fruta de la huerta al empaque, así como del empaque mismo y de la cuadrilla de corte. Una vez cumplidos todos estos requisitos, ya no había impedimentos que los detuvieran, lo que generó que brotara la emoción de los productores y empacadores de Jalisco al saber que ya estaban en condiciones de exportar su aguacate al vecino país.
La desilusión
El Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) señaló que todo estaba listo para que ese momento fuera era el inicio de un gran logro de cuatro años de trabajo adicional, técnico y administrativo.
Actualmente esta actividad deja para Jalisco una derrama económica de cerca de 2 mil 500 millones de pesos y genera 9 mil empleos directos, siete mil temporales y 20 mil indirectos. Veían venir el éxito.
Después de 24 horas del banderazo de salida, los tráileres con las 120 toneladas de aguacate llegaban a la frontera de Tamaulipas, en donde ya los esperaban los empresarios aguacateros que firmarían el acuerdo bilateral; pero no fue así, de última hora fueron avisados por las autoridades de Senasica que no habría tal firma del convenio.
Las 120 toneladas realmente representaban una cantidad mínima para los productores de Jalisco que en un año exportan hasta 60 mil toneladas de oro verde a 23 países de Asia, Europa, Centro y Sudamérica; no obstante, era el paso para ingresar su aguacate por primera vez a tierras estadounidenses desde que iniciaron a producirlo en el año 2000.
Autoridades de Jalisco señalaron que la transición del gobierno de Estados Unidos influyó para que no se tomará la decisión final para el ingreso del aguacate jalisciense al mercado de ese país, a pesar de que los productores cumplieron con todos los requisitos solicitados por las autoridades de agricultura de Estados Unidas.
Horas después la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) aclaró que trámites administrativos fueron los que impidieron la entrada de aguacate de Jalisco a Estados Unidos.
El comunicado indica que “el secretario José Calzada Rovirosa afirmó que se trató de una cuestión administrativa, de proceso en los documentos, lo que está por arreglarse entre autoridades de ambos países”.
Autoridades mexicanas dieron esta explicación, pese a que el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria había dado la indicación días antes a los empresarios jaliscienses para que enviaran el cargamento de fruta a la frontera norte.
Ignacio Gómez aseguró que fue la Senasica la que les dio la instrucción de embarcar lo que se tenía supuestamente aprobado en la firma del programa de trabajo para el ingreso de su producto a Estados Unidos, por lo que el día 16 de enero prepararon los embarques y los enviaron.
Sin embargo, “el lunes 17, cuando los embarques estaban llegando a la frontera, la misma Senasica no nos dijo por qué, pero nos informaron que no se había podido firmar el programa de trabajo, por lo que decidimos desviar a los camiones hacia una pensión de Reynosa, en espera de poder tener una respuesta rápidamente y al no tenerla, el día 18, tomamos la decisión de enviar los embarques a Canadá”, relató el empresario jalisciense.