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La puerta de entrada al mar de Cortés se encuentra en La Paz, en la mítica Baja California Sur, cuyas playas son el destino preferido no sólo para turistas tanto nacionales como extranjeros, sino también para las ballenas azules y grises, que llegan a estas playas desde hace varios años.
Aproximadamente 500 ballenas comienzan su viaje desde las frías aguas de Alaska y llegan hasta aquí para aparearse; cada año, verlas nadar en esta zona —a la que comienzan a llegar desde principios de diciembre y se van hasta el mes de abril— se convierte en un evento mágico.
Por la importancia que tienen los cetáceos en el lugar, se fundó el Museo de la Ballena y las Ciencias del Mar, ubicado frente al malecón en el centro histórico de La Paz.
Ahí se exhiben las distintas especies de ballenas, su evolución e historia, y para la interacción con el público; también hay restos fósiles de distintas especies de cetáceos, lobos marinos, tortugas y manatíes. Cuenta con el mayor número de esqueletos marinos en toda América Latina, que fueron recuperados de playas aledañas a La Paz, y tiene en exposición al único esqueleto de orca que existe en México.
Además, en esta temporada se realizan visitas guiadas cada 20 minutos para que los visitantes disfruten aún más de este museo científico. Las salas más visitadas por los turistas son las de grandes cetáceos y de delfines.
Frente al recinto se encuentra el malecón, en el cual se puede abordar una lancha para recorrer y disfrutar de las diversas playas, consideradas como uno de los ecosistemas más ricos del mundo y de las más limpias de México, de acuerdo con información de la Comisión Estatal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios, (Cofepris).
Las playas más famosas donde se puede disfrutar de la tranquilidad del mar y se pueden realizar deportes extremos, así como admirar el agua cristalina y de arena blanca, son El Caimancito, El Tesoro, Balandra y, por supuesto, la Isla Espíritu Santo, considerada patrimonio de la humanidad, en la que se puede apreciar la flora y fauna oriunda del lugar, lobos marinos, peces tropicales y mantarrayas, un lugar perfecto para bucear y disfrutar de sus
bellas ensenadas.
Para deleitar el paladar, existe un gran legado de sabores que se pueden disfrutar en cada esquina de este lugar. Sus múltiples restaurantes y merenderos ofrecen platillos con sabor a mar, en los que incluyen tacos de mariscos, caracoles, marlín, grandes langostas, abulón y, por supuesto, las famosas almejas chocolatas asadas en su concha, todo ello sazonado con un toque norteño, acompañados de unas exquisitas y picantes salsas.
La Paz, Baja California, tiene todo para hacer de cualquier momento uno que se atesorará por siempre, entre su riqueza natural, su historia gastronómica y las diversas actividades con las que cuenta, es un viaje que seguramente no se olvidará.
