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Culiacán.— Efrén Elenes Rosas, capitán del barco Mariano Pérez X que naufragó con cuatro tripulantes más en las playas de Villa del Fraile, en Baja California Sur, es uno de los sobrevivientes del camaronero Río Fuerte que se hundió junto con 21 barcos al paso del huracán Ismael que azotó las costas de Sinaloa en septiembre de 1995.
Su historia da fuerza a su familia —asentada en la comunidad de tradición pesquera de San Antonio, municipio de Guasave— que se repita el milagro.
La esperanza de volver a ver con vida al capitán, como sucedió hace 21 años, se cifra en el hecho de que las brigadas de rescate no lo han localizado en las costas de BCS, donde su barco volcó por la fuerza del huracán Newton.
Efrén siguió la tradición familiar desde los 13 años y se enroló como ayudante en uno de los barcos de la flota camaronera de Sinaloa.
Casado, con dos hijas, de 14 y 18 años, como muchos trabajadores del mar “en época muerta” —lapso de la veda del crustáceo—, se contrata con empresas para la explotación de otras especies, entre ellas el tiburón.
De 49 años, en mayo pasado, por segundo año consecutivo logró cerrar un nuevo contrato de trabajo como capitán del barco Mariano Pérez X, por sólo 100 días, para poder regresar a tiempo y embarcarse en un camaronero.
El barco, atracado en los muelles del Parque Bonfil de Mazatlán previo a su partida, sufrió un incendio en el cuarto de máquinas, y destruyó el cableado eléctrico.
Su sobrino Ricardo Elenes narró que su tío les contó vía celular que se habían quedado sin radio, tras enfilarse a Ensenada, Baja California, pues marejadas dañaron sus equipos. Ellos se enteraron del huracán Newton recién zarparon de Ensenada, rumbo a Mazatlán, ya que su contrato había vencido y el inicio de la temporada de camarón estaba próximo.
“Mi tío, un hombre experimentado, cambió el rumbo y por su cercanía, se dirigió a Los Cabos para refugiarse, pero les cerraron el acceso”.
Destacó que los cinco tripulantes alcanzaron a tener contacto con sus familias para decirles que desafiarían al huracán, en un intento por llegar al puerto de La Paz, para buscar refugio, pero “la fuerza de las olas y los vientos los venció”.