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Un estudiante de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) creó un nuevo modelo para producir rayos X con materiales reciclados, con el uso de un recipiente de cristal y una cinta adhesiva convencional.
El prototipo se basó en los hallazgos de los investigadores de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), Juan Valentín Escobar Sotomayor y Carlos Gabriel Cámara, quienes en 2008 publicaron un artículo en la revista “Nature” sobre la generación de rayos X con cinta adhesiva.
El estudiante de la carrera de Física, Alan Preciado Grijalva, mencionó que con los experimentos que realizó comprobó que se puede obtener el mismo resultado con una inversión mínima.
En el proyecto se invirtió alrededor de mil 500 pesos en los materiales, sin incluir la bomba generadora de vacío que facilitó el Centro de Nanociencias y Nanotecnología (Cnyn) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), campus Ensenada, Baja California.
“Es sencillo, es básicamente una campana, que es un recipiente de vidrio cubierto, tiene su tapa por abajo y tiene dos hoyos sobre los cuales hay dos cilindros de aluminio a los que les montas un polímero muy duro, y ese polímero tiene el diámetro para montar la cinta adhesiva”, describió Preciado Grijalva.
Los dos cilindros se utilizan para despegar la cinta adhesiva y pegarla en otro lugar con un motor a pasos, incluido dentro del presupuesto, dijo el estudiante en una entrevista para la Agencia Informativa del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
“Cuando logras despegar los rollos de cinta con precisión, a la velocidad que buscas, el siguiente paso es generar el vacío con tu campana”, apuntó.
Preciado Grijalva añadió que se debe hacer otro hoyo para succionar el aire que está ahí, pues se busca un vacío del orden de 200 millitorrs (mTorr) y ahí es cuando empieza la detección de los rayos X, cuando se genera el vacío y se empieza a desprenderse la cinta adhesiva.
El universitario expuso que las pruebas que realizó para la detección de rayos X resultaron favorables, pues se registraron pulsos de máximo 11 microsieverts (μSv), que es el equivalente a una radiografía dental panorámica.
El asesor del proyecto, Roberto Sanginés, explicó que la obtención de los rayos X se podría deber al pegamento de la cinta adhesiva que son cadenas de polímeros, que al desprenderse provoca que se rompan las moléculas y se cargue de manera eléctrica, pues una parte de la cinta se vuelve negativa y la otra positiva.
“Con la acumulación viene una pequeña descarga entre la parte positiva y la negativa, entonces con esa descarga se produce radiación muy energética, en particular rayos X, también se producen rayos ultravioleta y luz visible”, reveló.
Mediante las pruebas, los universitarios también se percataron que al desprender la cinta con mayor fuerza, aumentaban los niveles de radiación.
El asesor definió que si se hubiera integrado la bomba de vacío en el presupuesto, el costo del prototipo sería de 20 mil pesos, lo que continúa bajo en comparación con equipos más sofisticados.
“Yo creo que podría ser una fuente controlada de rayos X económica y sin necesidad de usar equipo sofisticado, a lo mejor para aplicaciones en el área de la imagenología”, aseguró el asesor del proyecto.
afcl