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El “Mayapax” o música maya fue declarada “Patrimonio Cultural Inmaterial” de Quintana Roo la noche del lunes, durante la inauguración del Séptimo Coloquio Internacional sobre Patrimonio Inmaterial “Identidad y Educación, formar para el porvenir, una visión desde América Latina y el Caribe”, que reúne a promotores de la salvaguarda del patrimonio cultural de Argentina, Brasil, España, Costa Rica, México, Perú, Uruguay y Estados Unidos.
El decreto fue presentado en el Museo Maya de este destino vacacional, por el titular de la Secretaría de Educación, José Alberto Alonso Ovando, y entrará en vigor un día después de su publicación en el Periódico Oficial del estado; será inscrito en el patrimonio cultural de la entidad, dependiente de la Secretaría, que se compromete a su difusión.
Nacida dentro de un contexto bélico, el Mayapax surgió como una música ceremonial para rendir tributo y venerar a la Santa Cruz, como símbolo adoptado por los mayas que se rebelaron ante los criollos, que intentaban apoderarse de sus tierras durante la Guerra de Castas, conflicto que inició en 1847 y culminó en 1901.
La tradición oral establece que se ejecuta con uno o dos violines, una tarola y un bombo, en centros ceremoniales y durante las fiestas patronales, como un ritual para pedir a la Santa Cruz protección –en aquella época para los mayas cruzo’ob (sublevados)- y actualmente para la cosecha.
Esta música es propia de las comunidades asentadas en los municipios de Felipe Carrillo Puerto, José María Morelos y Tulum; se toca, pero también se baila y, en algunos casos, se canta.
Anoche, un trío de músicos de la comunidad de Kopchen y el grupo de danzantes “Zazil-Ha”, del poblado X-Hazil Sur, de Felipe Carrillo Puerto, localizado en el sur de Quintana Roo, ejecutó algunas piezas tradicionales y representó las tradicionales “vaquerías” o bailables sagrados, para mostrar a los asistentes el sonido del Mayapax, cómo se baila y cuál es la vestimenta de sus participantes.
El sonido del violín, el redoble del tambor y el golpe de la tambora de doble parche inundaron el espacio acondicionado en el Museo Maya de Cancún, que este año cumple cuatro años de haber abierto sus puertas al público.
En uno de los bailes tradicionales ejecutados, un niño apareció montado sobre un árbol que representaba un Yaxche, árbol sagrado de los mayas, sostenido por adultos y rodeado de niñas e infantes que bailaban mientras el pequeño arrojaba semillas de girasol o pepita, en señal de abundancia proveniente del Creador.
Durante la lectura del decreto, Alonso Ovando explicó que la música y danza maya o “mayapax” constituyen un elemento importante del patrimonio cultural intangible de la comunidad maya masewual (adoradores de la Santísima Cruz) de Quintana Roo, que adquiere ahora un pleno reconocimiento que hará posible su valoración, reconocimiento y el diseño de políticas públicas que permitan “aplicar proyectos y programas consensados” con estos grupos.
En el acto también se nombró a los Guardianes que serán portadores de esta tradición que data de 150 años atrás.
Se explicaron los elementos que integran la interpretación de la música maya, como el par de violines, el tambor y la tambora; se mencionó que conforme a la tradición, existen más de 50 melodías como el Fandango, X’pichito, Jarabe Do, Olan de China, Piktah Us, Kala’n son, El Torito o el P’at ichan, la Danza de Dios, el Salve, la Santa Misa, entre otros.
Los santuarios en donde se preserva esta tradición son Xcacal Guardia, Chancah Veracruz y Chumpón, en Felipe Carrillo Puerto; también en Tulum.
Además, en las comunidades de Chan Santa Cruz, Chan Caj Derrepente, Chanchen Chico, Chun On, Chunhuas, Chun Yah, Dzula, Filomeno Mata, Hobonpich, Koopchen, Kampokolche, Laguna Kana, Mixtequilla, Naranjal Poniente, Nih Cah, Petcacab, Ramonal, Sahcabchen, San Andrés, San Francisco Aké, Felipe Brriozabal, San Ramón, Santa María, Señor, Tihosuco, Tixcacal Guardia, Trapich, Tuzik, X-Hazil, Xpichil, X-Yatil, Yaxley, Yoactún y Yodzonot Poniente, en Felipe Carrillo Puerto.
spb
