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estados@eluniversal.com.mx
Culiacán.— Enclavada en la sierra de La Tuna, en Badiraguato, la enorme finca de la señora Consuelo Loera viuda de Guzmán, madre de Joaquín Guzmán Loera, luce sola, sin candados. Da la apariencia de que los que la habitan salieron de prisa.
En este poblado serrano, uno de los seis afectados por la violencia desatada por la disputa del control de las zonas de cultivo de la amapola y mariguana, sólo unos cuantos se atrevieron a retornar a sus hogares que abandonaron en forma presurosa la semana pasada.
Las calles lucen vacías. Unas 30 familias que se armaron de valor volvieron a sus hogares para atender a sus animales y revisar sus viviendas.
En esta comunidad, los escasos habitantes se ocultan al ver a los desconocidos e, incluso, a los uniformados; sólo algunos se atreven a hablar del caso del adulto mayor, quien fue asesinado por hombres armados que también incendiaron su hogar.
Nadie habla de lo que sucedió en La Tuna la semana pasada, ni el destino de la señora Consuelo Loera.
Sólo se replica en las conversaciones informales la versión de que un grupo muy grande de hombres armados se internó a este territorio en busca de Aureliano Guzmán Loera, a quien en diciembre pasado emboscaron y logró escapar vivo.
En ese ataque, se divulgó en medios que ocho de sus escoltas perecieron al formar un escudo de protección, sin que la autoridad judicial pudiera comprobar las muertes, porque ninguna autoridad tiene antecedentes de personas asesinadas en la comunidad de La Tuna.
Una unidad mixta de agentes de la policía del estado se internó por las comunidades de Arroyo Seco, Huixiopa, La Palma y La Tuna, con periodistas, para evaluar la situación que prevalece en esa zona, marcada por la inseguridad y la violencia.
Síndica de Huixiopa rechaza rumores. La síndica de Huixiopa, Rosa Amelia Avilés Valenzuela, afirmó que en su territorio no ha sucedido nada, sólo se han corrido rumores en redes sociales de supuestos ataques y de suspensión de clases por una violencia que no se tiene.
Precisó que es inexacta la versión de que un vehículo había sido incendiado por un grupo armado, porque la unidad fue consumida por el fuego a causa de un accidente que se generó al momento de ser reparado.
Reiteró que “la vida en Huixiopa no se ha visto alterada, prueba de ello es que personal de construcción trabaja en la reparación de la escuela primaria en donde el viernes pasado concluyó, sin incidentes, el ciclo escolar”.
En esta comunidad, comentó que según su propio censo, se tienen una población de 400 personas, quienes se mantienen en sus hogares.
Los desplazamientos de familias, generados por versiones de posibles enfrentamientos entre grupos antagónicos, sólo se han ubicado en las comunidades de Arroyo Seco, Huixiopa y La Tuna, según comentó el coordinador de Seguridad Pública del Estado, Moisés Melo García.
Marina y Ejército apoyarán a sociedad. Con el auxilio de la Marina y el Ejército se brindarán las condiciones para que las familias que abandonaron sus hogares, por las versiones que se propagaron de violencia, retornen y vuelvan a sus actividades.
El presidente municipal de Badiraguato, Mario Valenzuela López, declaró que su tierra se ve de nueva cuenta negativa, cuando sólo en dos de las quince sindicaturas se tienen situaciones de abandono de hogares, por versiones o rumores de actos de violencia.
Señaló que varias de las 250 familias que salieron de las comunidades de Arroyo Seco, Huixiopa, La Palma y La Tuna retornaron a sus lugares de origen al conocer que no se han presentado incidentes de violencia.