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El presidente del Congreso del estado de Chiapas, Eduardo Ramírez Aguilar (PVEM), aparece un día cabalgando en Chicomuselo, al siguiente monta bicicleta en Ocosingo, otro día va a Frontera Comalapa, otro más toma helado con transportistas en Tapachula, entrega seguros de vida a taxistas en San Cristóbal de las Casas, inaugura una carretera en Tonalá y corona a la reina de un pueblo. Sin embargo, nadie sabe a ciencia cierta con qué recursos se mueve.
No sólo en los traslados hay opacidad. Esta semana Ramírez Aguilar dio a conocer a los medios de comunicación que se destinarán 186 mil pesos para arreglar el techo del inmueble que alberga el Congreso, pues señaló que tiene filtraciones, sin embargo, quienes han visitado el recinto en recientes días observaron que las obras van más allá de una impermeabilización, pues los albañiles retiraron el piso, paredes de tablaroca, plafones e instalaron cableado para luz y el sistema de aire acondicionado.
A la falta de transparencia hay que agregar que en el Congreso chiapaneco, las prerrogativas son para la cúpula: mientras el propio Ramírez Aguilar, en su calidad de presidente de la Mesa Directiva, y Hugo Mauricio Pérez Anzueto, quien encabeza la Junta de Coordinación Política del Congreso, pueden disponer de vehículos de modelo reciente con chofer y personal de seguridad, los diputados de partidos minoritarios como Morena, PRD, Chiapas Unido y Mover a Chiapas, éstos dos de índole local, tienen que conducir sus propios vehículos, pagar la gasolina, casetas, comida y gastos médicos, entre otros.
Estos beneficios también aplican para la vicepresidenta de la Junta de Coordinación Política, Judith Torres Vera, y tres integrantes más: Silvia Lilian Garces Quiróz, Alejandra Cruz Toledo Zebadúa y Fidel Álvarez Toledo.
Mensualmente para el pago de los salarios de los 41 diputados que integran la LXVI Legislatura el Congreso local eroga tres millones 744 mil pesos, lo que representa un monto de 22 millones 464 mil pesos en los seis meses que lleva de trabajo legislativo, pues cada diputado obtiene un salario bruto mensual de 91 mil 318 pesos, percepción que menos impuestos es de 66 mil pesos netos.
Debajo de los diputados se encuentran los secretarios parlamentarios y/o administrativos con una percepción bruta mensual de 82 mil 704 pesos, así como el contralor interno y los secretarios particulares con un sueldo bruto de 52 mil 926 pesos.
Los jefes de unidad obtienen 49 mil 333 pesos, mientras los directores generales ganan 39 mil 905 pesos. Siguen los jefes de departamento, con un salario bruto de 26 mil 374 pesos y los jefes de área y de oficina , con percepciones por 20 mil 798 y 20 mil 305, respectivamente.
Normas en la legislatura
El investigador Horacio Culebro Borrayas dice que de acuerdo con el reglamento interno del Congreso, cuando un diputado falte durante tres sesiones consecutivas de manera injustificada, la Mesa Directiva “hará que se publique el nombre del faltista en el Periódico Oficial”, “perdiendo con ello el importe de la remuneración que les asigne la ley”.
Además, los legisladores que concurran a la sesión y se ausenten sin permiso de la presidencia “se les descontará el importe de su dieta por ese día”, pero si esa inasistencia provoca que quede incompleto el quórum, el presidente de la Mesa Directiva impondrá una multa hasta cinco días proporcionales a los emolumentos que devengue por el desempeño del cargo.
Pese a esa normatividad, hay diputados como el legislador priísta Willy Ochoa, quien desde el inicio de la Legislatura sólo se ha presentado a dos sesiones.
Culebro Borrayas agrega que no es nuevo el excesivo gasto en el Congreso, pero ahora se resiente más por todas las carencias que hay en el estado.
“Aparte de que están abusando del pueblo de Chiapas, de nuestros impuestos, yo creo que debería de aplicarse un correctivo a esos diputados”, sostiene el también abogado, quien fue encarcelado en la administración pasada.
En el Congreso, donde hay 23 mujeres y 18 hombres, existen 44 comisiones, una de éstas, la de Población y Asuntos Migratorios, fue para el desaforado diputado Roberto Pardo Molina, que representaba a la comunidad migrante chiapaneca en Estados Unidos, y que fue acusado de delitos electorales.
La composición en el recinto es la siguiente: PVEM con 18 diputados, PRI con 10, Mover a Chiapas, Chiapas Unido y Morena, cada uno con tres; mientras que PRD y PAN tienen dos.
Los diputados de la pasada legislatura cobraron por concepto de aguinaldo 116 mil 970 pesos, que corresponden a 52 días y medio de trabajo de 10 meses y medio, con un gasto de 4 millones 795 mil 770 pesos. En un solo año, los diputados gastaron 5 millones 933 mil 642 pesos en hospedaje y alimentación.
Por su parte, los diputados de la Legislatura LXVI cobraron aguinaldo proporcional por mes y medio de labores, es decir, 15 mil pesos, con un gasto total de 600 mil pesos.
Aunque los diputados de partidos de reciente creación no cuentan con viáticos para gasolina de sus autos, ni choferes, el Congreso del estado eroga para la renta de edificios para oficinas y estacionamientos hasta 60 mil pesos mensuales.
Uno de estos edificios, ubicado en el centro de la ciudad y que se usa para oficinas administrativas, cuesta 49 mil 245 pesos mensuales, mientras que por otro edificio que se usa como estacionamiento el Congreso se deben desembolsar 11 mil 600 pesos también al mes.
Esta legislatura lleva medio año de labores y el pasado primero de abril inició el segundo periodo de labores. Cada diputado tiene apoyo económico para una secretaria, el Congreso le asigna sólo una computadora, pero si quiere una personal, debe comprarla, dice un diputado que pide omitir su identidad.
Además cuentan con un seguro de vida y otro seguro de gastos médicos mayores.
Para las 43 comisiones que actualmente funcionan, la legislatura eroga 10 mil pesos para gastos de operación de cada una de éstas y otros 10 mil pesos para el pago de un asesor.