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“A mi hija nosotros la vamos a apoyar, no la vamos a juzgar”, asegura la señora María Fernanda Cruzado cuando habla de la joven, quien —denunció— fue drogada, atacada sexualmente, grabada y el video subido a una página pornográfica de Estados Unidos.
“Ella tendrá que asumir su responsabilidad de la parte que ella tenga”, aclara, pero advierte que buscará se castigue a los tres responsables de los hechos, contra los que presentó una denuncia penal ante la Agencia Segunda Investigadora Especializada en Delitos contra la Libertad, la Seguridad Sexual y contra la Familia estatal.
Se trata del presunto violador Jorge Francisco Pereda, Oswaldo Rafael Cruz, quien supuestamente graba la agresión, y Serafín González García, quien sube el video a una página porno y lo viraliza entre estudiantes de la Universidad del Valle de México (UVM) campus Boca del Río.
Oswaldo fue identificado por María Fernanda como hijo de un funcionario del estado, pero las autoridades negaron que tenga vínculos con alguno de sus servidores públicos.
Las autoridades ministeriales de Veracruz no han concluido aún la investigación ni configurado el delito de violación y/o pornografía, informó el Fiscal General del Estado, Luis Ángel Bravo Contreras.
En conferencia de prensa, el funcionario dijo que la denuncia fue interpuesta, pero la tipificación no se ha hecho debido a que se está integrando la carpeta de investigación.
Por la tarde, la UVM informó que Serafín González fue dado de baja ya que se considera que su conducta resulta “completamente inaceptable” al grabar la agresión sexual y difundir el video a través de internet.
Mediante un comunicado reconoció que el joven es alumno de la institución y aunque no aparece en el video, ha sido involucrado en el caso.
La mente en blanco. El pasado 19 de marzo, la joven y unas amigas acudieron a una plaza de la zona conurbada de Veracruz-Boca del Río, donde coincidieron con un grupo de compañeros universitarios. Decidieron seguir la fiesta en la vivienda de uno de ellos en el fraccionamiento La Tampiquera, que se encuentra en la zona costera de esa región turística.
Al siguiente día, la joven despierta en su casa sin recordar lo que pasó.
“Ella no se entera de nada hasta el lunes, cuando se reconoce en un video que circulaba entre sus amigos de la universidad”, relata la madre en la investigación ministerial.
“Le avisan sus amigas que hay un video de ella circulando en una página pornográfica, que alguien subió ese video con una de las personas que estaba en esa fiesta”, agrega.
La grabaron dentro de un baño, pasaron el video por WhatsApp a todos sus compañeros y luego lo subieron en la página porno alojada en un servidor de Estados Unidos.
Las imágenes también fueron publicadas en una página de Veracruz llamada Jarochilandia, donde se dio a conocer el nombre de la víctima.
“No ven la magnitud del daño que le causaron a mi hija”, lamenta la mujer que ha acudido a medios de comunicación para exigir a autoridades que castiguen a los responsables.
Por eso, sentencia, jamás llegará a un acuerdo, porque —dice— el rostro de su hija aparece en todas las redes sociales: “Queremos que se haga justicia”, exige la madre de familia.
