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Cuatro familias más de Yucatán, además de la de María Paula Acevedo Cardos, quien ya comenzó a ingerir cannabidiol, siguen en su lucha por obtener los permisos para importar ese medicamento. Sin embargo, no han tenido suerte, ya que han visitado varios médicos y ninguno quiere darles la receta que autorice su importación.
Las cuatro familias tienen hijos con epilepsia refractaria —al igual que María Paula— y desean que se les permita probar el extracto de marihuana con la esperanza de que puedan mejorar su calidad de vida. Los enfermos, aseguran sus padres, enfrentan cuadros de convulsiones fuertes.
Dos de esas familias, la integrada por Francisco Peña Herrera y Lisbeth Pech Estrella, padres de la joven María Alondra de 19 años de edad; y la de Ismael Cruz Sandoval y Silia González Amaya, padres de Yahel de cuatro años, están buscando que un médico les entregue la receta que les permita solicitar ante Cofepris el permiso.
Sin señalar los nombres de los médicos, comentaron que al parecer “temen dar la receta, tienen miedo de que el extracto de marihuana provoque consecuencias malas”, relató Peña Herrera.
Incluso manifestó que saben que la familia de María Paula recibió la receta, “pero bajo su responsabilidad y propio riesgo”.
Las cuatro familias de Yucatán que pretenden que sus hijos prueben el medicamento realizado con cannabidiol recurrirán al Instituto Nacional de Neurología y a los médicos de Grace, la niña de Nuevo León que está tomando el extracto de marihuana, para ver si aceptan darles la receta.
