Cuando regresaron del monte y encerraron las chivas en los corrales del rancho, Nicolás de 8 años empuñó el rifle calibre .22 y, sin saber que estaba cargado, le disparó a su hermano Abelardo, de 13 años, a quien lesionó de dos balazos y aunque el pequeño fue llevado de urgencia al Hospital General de Matamoros y después al Hospital General de Torreón donde recibió atención de emergencia, lamentablemente los médicos no pudieron salvarlo y murió.

La tragedia que consternó a los habitantes de la comarca y del estado, ocurrió en el ejido Tejabán del Esfuerzo Número 8, municipio de Viesca, en la región de la Laguna de Coahuila, el sábado pasado. El Ministerio Público de Matamoros, tomó conocimiento de los hechos al recibir el reporte del médico del hospital.

Abelardo recibió dos impactos de bala a la altura del abdomen y del tórax y debido a su gravedad fue trasladado de urgencia al hospital. El menor falleció el domingo 28, debido a un choque hipovolémico secundario y laceración vascular y gástrica consecutiva, producida por proyectil de arma de fuego.

La Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), informó que María Guadalupe Castillo Ramírez, de 30 años y madre de los menores, dijo a la policía que sus hijos se habían ido temprano al monte porque llevaron a pastar a los animales y al regresar fue cuando ocurrió la desgracia.

En tanto que la Procuraduría de los Niños, Niñas y la Familia, reportó que envió a elementos de la Policía de la Familia, a investigar el caso. Los oficiales son trabajadoras sociales, psicólogos y licenciados en derecho, quienes se encargarán de prestar asesoría jurídica al pequeño.

Nicolás no fue detenido. De acuerdo a lo que establece el Código Penal todos los menores de 14 de edad son inimputables, es decir, no pueden ser juzgados porque no tienen ningún tipo de responsabilidad penal y no se les reconoce capacidad de culpabilidad.

El excomisariado ejidal de Tejabán del Esfuerzo, Héctor Ordaz Jaramillo, dijo a EL UNIVERSAL que la familia vive en en el rancho El Esfuerzo sector 8, dentro del ejido, pero apartados, a una distancia de unos 11 kilómetros del casco del tanque del poblado grande.

Sostuvo que los menores no fueron armados a pastar las chivas y refirió que el sábado en la noche, cuando ocurrió la desgracia, María Guadalupe, la mamá de los niños se encontraba acarreando agua para los animales mientras que su esposo, Romualdo Uribe, seguía trabajando en la labor.

Al escuchar los disparos la señora fue la primera en llegar y con ayuda de sus vecinos en un carro particular trasladaron a Abelardo a la institución médica.

“Era una vida que apenas empezaba, la gente se conduele, hay mucha tristeza, en los ranchos donde la gente pregunta como está la familia”, comentó.

El padre de los menores, tiene al rededor de 65 años de edad, es un hombre apreciado y respetado en el ejido, donde la gente le conoce como “Rumas”; padece una discapacidad en las manos y no por ello descuida las labores del campo.

Varios de los entrevistados aseguraron que los niños llevaban la escopeta a pastar pero descargada, lamentablemente esta vez tenía balas.

LA REALIDAD CRUEL

El diputado local del Partido Primero Coahuila (PPC), Leonel Contreras Pámanes, afirmó que la realidad del campo es cruel por la pobreza en que viven en las familias rurales.

“Los hijos que van a la escuela, los fines de semana ayudan en las labores agropecuarias, salen a las cinco y media o seis de la mañana a pastorear al monte, pero siempre andan con un adulto y regresan a las seis de la tarde”, indicó.

“Aquí los que tienen cabras son pudientes, pero son los menos, hay gente que no tiene absolutamente nada” declaró.

El presidente municipal de Viesca, Marcelo Quirino López, lamentó lo ocurrido, dijo que El Esfuerzo es un sector de alta marginación que subsiste con la cría de ganado caprino

Debido a la distancia entre el ejido y la cabecera municipal, Quirino López se enteró de lo sucedido hasta el día siguiente. “Me desperté con esa noticia y de inmediato me fui al hospital porque yo aprecio mucho a Rumas, lo conozco desde hace como 20 años”, comentó.

Refirió que las familias campesinas tienen armas de fuego por seguridad, las utilizan para ahuyentar coyotes, matar víboras y fauna nociva.

“Nosotros exhortamos a los padres que no tengan armas de fuego en sus casas, que las canjeen en la campaña de auto desarme”, apuntó.

Debido a las condiciones socio económicas de la familia, el gobierno municipal se hizo cargo de los gastos funerarios y Abelardo fue sepultado el lunes por la tarde en el panteón del ejido “Boquillas las Perlas”.

LA SEGUNDA TRAGEDIA

El 21 de febrero en el rancho “El Profe”, del ejido El Mezquite, municipio de Sabinas, Fernando, un niño de 10 años mató a su prima, Camila Daniel de 6 años, de un tiro en la cabeza con un arma que encontró en un ropero.

Durante una gira de trabajo por la zona norte, donde inauguró un Centro de Operaciones Militares para el Ejército en el municipio de Hidalgo, obra en la que se invirtieron seis y medio millones de pesos, el gobernador, Rubén Moreira Valdez, lamentó esta segunda tragedia de menores.

Moreira Valdez dijo que harán una campaña para canjear armas de juguete por juegos didácticos, a fin de evitar que ocurran más desgracias como estas y evitar que los niños se eduquen en la violencia, porque si no se toman medidas la próxima generación será más violenta que esta.

También reiteró su invitación a quienes tienen pistolas, rifles o cualquier tipo de armamento y municiones en sus casas a que acudan a los módulos de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) y el gobierno del estado, a cambiarlas por dinero, pues les dan hasta 3 mil 500 pesos por cada arma larga.

msl

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