La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) confirmó la sentencia de 12 años de prisión que un tribunal federal le impuso a un hombre y a una mujer acusados de participar en un atentado para asesinar al gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco, cuando el mandatario se desempeñaba como alcalde de García en esa misma entidad.
Por unanimidad, los ministros de la Primera Sala confirmaron la sentencia de 12 años de cárcel en contra de Héctor Rojas Chaires y de María Yadira Félix Cabreros al desechar, de forma definitiva, un juicio de amparo presentado por ambos procesados.
Los coacusados se identificaron con los nombres de José Naún Sicairois Madueño y Yadira Féliz Cerveros.
A propuesta del ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, los ministros de la Primera Sala aprobaron la sentencia en la que se desecha el amparo en revisión con el argumento de que la defensa no alegó violaciones a la Constitución, sino solamente al debido proceso y otros problemas de legalidad que habían sido resueltos por el Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal con residencia en Nuevo León.
Por lo anterior, la Suprema Corte confirmó la sentencia dictada tras acreditarse su responsabilidad en delitos en contra de las instituciones y de los servidores públicos, asociación delictuosa y robo equiparado.
El atentado ocurrió el 24 de febrero de 2011 cuando Rodríguez Calderón circulaba por la zona conurbada de Monterrey en compañía de sus escoltas. Durante la agresión tres presuntos pistoleros fueron abatidos por los guardaespaldas; El Bronco resultó ileso.
En su defensa los ahora sentenciados argumentaron que ellos no formaban parte del grupo agresor y que en realidad eran víctimas del grupo de sicarios pertenecientes a Los Zetas que los confundió con integrantes de otra organización criminal, ya que ellos provenían de Durango y Sinaloa.
Según los procesados, cuando se encontraban privados de la libertad, fue cuando se dio el enfrentamiento entre los supuestos sicarios y los escoltas del gobernador, por lo que lograron escapar del lugar de los hechos y se ocultaron en el drenaje, donde finalmente fueron detenidos por militares.
