Natalia Arroyo considera que sobrevivió “por pura suerte”. Ella estuvo el pasado viernes en la sala Bataclan de París, donde hubo un ataque terrorista que acabó con la vida de más de 80 personas.
La michoacana se encontraba en el palco cuando comenzaron los disparos. Al principio pensó que se trataba de una falla del sonido, pero cuando vio huir a los integrantes de la banda y cuando se percató que en el ruedo había mucha sangre y gente ya sin vida, supo que ella también podía morir.
Estuvo escondida detrás de los asientos, entre el olor intenso a pólvora y el ruido de las ráfagas de disparos. Entonces quiso despedirse de sus seres queridos.
“Cuando vi los muertos supe que tenía que esconderme”, narró Natalia en entrevista con Carlos Loret de Mola, a quien contó que estando escondida, con miedo, tomó su celular para mandar mensajes de despedida. “Por si moría quería despedirme”.
Dice que envió mensajes a un amigo y a su novio, y que cuando iba a contactar a sus padres, notó que había personas arrastrándose a un cuarto, y las siguió. “Gritaron 'pecho tierra', no estaba pensando claramente, era el puro instinto de supervivencia, me tiré y los seguí”.
Así fue como Natalia logró sobrevivir. Siguió a la gente a un cuarto, donde había una especie de tragaluz. Ayudó a empujar a las personas a subir y después pidió ayuda para que también la subieran.
Arriba, cruzaron hacia una casa vecina, donde por tres horas estuvieron en el piso, en la oscuridad y en silencio, hasta que la Policía llegó por ellos. En esas tres horas los disparos se siguieron escuchando, pero ya no de manera continua, cualquier ruido los volvía paranoicos, dijo la joven.
Narró que después, al bajar las escaleras de metal que pusieron los bomberos, vio a una mujer muerta, joven, como ella. Entonces pensó que pudo haber sido ella, y que había sobrevivido por suerte.
“Al verla me dije: 'es increíble que yo esté viva, es pura suerte, no pienso que haya sido un acto de Dios, es pura suerte porque si realmente hubiera un Dios yo no entiendo por qué mataría a esa mujer y no a mí, estuvo fuerte ese momento'”.
“Aún no puedo creer que siga con vida, después de tantos muertos (…) Salí viva por pura suerte”.
Natalia, quien no sabe si regresar a México, dijo que esa experiencia le muestra que este tipo de matanzas son por intolerancia y que eso es absurdo.
También habla de que París no es el único lugar donde hay masacres y pide a la gente ser consciente de qué es lo que causa las masacres, el porqué de todo ello y si se puede hacer algo por evitarlo.
“Los humanos somos un peligro, no importa en qué lugar estemos, somos peligrosos”, agrega.
spb