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En el campamento Las Playas, en Guerrero, el ecólogo Roberto Lugardo Quevedo se dedica desde hace 20 años a la conservación de la tortuga en esta zona. Como parte de su misión, frecuentemente recorre más de 15 kilómetros en su cuatrimoto para evitar el saqueo de huevos y la matanza del quelonio en las playas.
Lugardo maneja uno de los 70 campos tortugueros en la entidad, sin embargo, sostiene con recursos propios el centro que formó a partir de cercas de palos y malla ciclónica dividida en tres espacios para colocar los huevos de las tortugas que libera al mar en cuanto nacen, tras un periodo de 40 a 45 días de incubación.
Entrevistado en el campamento, ubicado en la comunidad Los Mogotes, lamentó que las tortugas no sean protegidas por las autoridades y los pobladores las capturen, saquen sus huevos y comercialicen la carne y sus restos en más de cinco productos.
Este año, dijo, en la zona poblada ha disminuido la presencia de la tortuga; sin embargo, en playas vírgenes ubicadas en las costas Grande y Chica, su llegada es mayor.
Aunado a lo anterior, el fenómeno de mar de fondo ha sido también una de las causas por las que ejemplares de tortugas golfina, prieta, carey y laúd no arriben a las playas guerrerenses.
Mientras relata las dificultades a las que se tiene que enfrentar la tortuga que ha sido depredada por el hombre y perros, el ecólogo prepara la tierra donde colocará huevos, en caso de que halle alguno durante su recorrido por la madrugada, que es cuando arriban los quelonios a desovar.
Además alista las cubetas de pintura que corta y le sirven para poner sombra a los nidos de tortugas y le ayudan a identificar a aquellas que están por nacer.
Lugardo asegura que tiene que pagar una cuota ante la Zona Federal Marítima (Zofemat) para poder colocar las áreas de incubación de los huevos de tortuga, paga 50 centavos por metros cuadrado, por lo que para economizar construye corrales de 10 por 10 metros o diez por 15 metros y paga de 100 a 150 pesos, aunque dice que es económico, ya que en otras zonas como Playa Bonfil y Barra Vieja se llega a pagar hasta 15 mil pesos por un corral para proteger la tortuga.
El ecólogo del campamento tortuguero Las Playas que, de acuerdo con información de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semaren), en 2014 ocupó el segundo lugar en protección y liberación de huevos de tortuga, ofrece a los turistas que acuden al lugar pláticas de concientización sobre la protección a la tortuga golfina, carey, prieta y laúd.
Mencionó que en el municipio de Petatlán es donde hay arribos masivos de tortugas, por ser playas vírgenes.
“Las tortugas buscan mejores lugares, donde no haya luz, basura… en comparación al año pasado sigue bajando el arribo de tortugas”, señaló.
Indicó que en su campamento ha recuperado de 12 mil a 13 mil huevos tan sólo en agosto.
En ese mismo mes arribaron aproximadamente, de acuerdo con los huevos que fueron colocados en nidos por las misma tortugas, aproximadamente 500 quelonios en los más de 15 kilómetros que él vigila.
En el estado existen 70 campos tortugueros, pero sólo 25 están registrados de manera legal y ante las autoridades, pero, dijo, tienen la misma labor de proteger al quelonio. Recordó que en 2014, junto con tres campamentos tortugueros, entre ellos uno del Ejército mexicano, se protegieron 200 mil huevos.